Renace el harem (Capítulo 12 y final) - Relatos Eróticos

Renace el harem (Capítulo 12 y final)

... atención en los eventos, sus propias ex primas ahora entrenadoras se encargaron de pulir su manera de servir en todos los aspectos. Los eventos empezaron a ser cada vez más solicitados y las perras cada vez daban mejor atención, ya habían perdido toda su voluntad y hasta el deseo de escapar de su encierro, ahora les daba miedo salir, ya que durante mucho tiempo su mundo fueron solo el reino y sus jaulas por las noches, esto fue ventajoso para su Alteza, ya que ahora temían hasta asomarse por la ventana, su nivel de miedo era total. Ahora para torturarlas las amenazaban con echarlas a la calle, y las mismas esclavas rogaban no hacerlo. Con el pasar de los años el negocio dio a ganar millones a su Alteza lo que permitió gozar de una estabilidad económica muy cómoda y despreocupada. Años después ya su Alteza entraba a una edad donde ya no tenía el mismo vigor de su juventud para seguir reclutando esclavas, por lo que quiso a pasar la estafeta. Decidió que la que heredaría su puesto sería su esclava más leal que siempre tuvo. Su Alteza siguió siendo dueña del imperio, aunque su fiel esclava ahora era la directora del ...

... imperio. Años más tarde su Majestad su Majestad se despidió de sus perras permitiéndoles besar sus pies al igual de cada día desde hacía ya muchos años, esa vez fue diferente ya que al día siguiente su amada dueña ya no pudo abrir más los ojos, había partido del mundo. Las esclavas tristemente habían perdido a su Alteza, su tan respetada Ama por todas, y aunque ahora al perder a su dueña que tantos años les dedicó con su sabiduría había fallecido a causa de la edad, las esclavas decidieron unánimemente seguir la tradición de aquel mundillo siendo las mismas esclavas de toda aquella mujer que requiriera sus servicios. Aquel mundillo que al principio se negaban a aceptar, ahora no deseaban abandonar, ya que se había convirtió en su modus vivendi. El legado de su ahora ya extinta Ama continuaba estando en la memoria de sus esclavas, momentos que al comienzo fueron despreciados, pero que ahora valoraban por aprender a vivir en un mundo en el que todos conocen, pero pocos se atreven a vivir dentro de él, y todo gracias a su muy amada dueña que vivió en sus recuerdos hasta el último de los días de la última esclava del reino.