Tutoría privada
Fecha: 11/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: KimKat0920, Fuente: CuentoRelatos
El 27 de septiembre del año pasado fue un día lluvioso. Lo recuerdo bien y ahora entenderéis el porqué. Mi nombre es Kim. Como la Kardashian. Y así como ella tengo un pelo largo, liso y negro y una piel morena pero, sin embargo, mis curvas no son tan prominentes como las suyas. Mis pechos son tirando a pequeños y mis caderas y mi trasero, aunque bien firme, no resalta demasiado en un vestido ajustado. Corro diariamente por lo que mis largas piernas y mi culo son firmes y fuertes. Mi cara es redondeada con ojos grandes y almendrados que me dan cierto aire aniñado. Esto me viene bien para mi profesión ya que trabajo como profesora. El 27 de septiembre del año pasado se presentó como un día nublado y sofocante en todos los sentidos. No solo hacía calor si no que, además, se me habían pegado las sábanas y llegaba tarde al trabajo así que, tras una ducha rápida, me puse lo primero que encontré por la habitación: el vestido blanco, ceñido, que había usado la noche anterior ya que le habían aumentado el sueldo a Mónica y salimos a celebrarlo. Lo combiné con unos zapatos negros y un cinturón del mismo color y salí corriendo de casa sin tener tiempo a desayunar. Aun así perdí el autobús. Llegué al trabajo a escasos tres minutos antes del inicio de clases. El día cada vez fue a peor. Como profesora, los alumnos no estaban en su mejor día y yo con un hambre voraz por no haber desayunado y pegándome a las paredes porque con las prisas me había puesto un tanga negro por debajo de mi ...
... vestido blanco y se transparentaba. Las horas hasta la salida se me hicieron eternas y cuando al salir me doy cuenta de que debería haber enviado unos permisos el día anterior. Así que, cuando consigo salir del edificio, lo hago una hora después de la salida. Ya apenas queda nadie en el lugar y descubro rápidamente que llueve a mares y como no tengo paraguas corro hacia la parada rezando para que el autobús llegue lo antes posible. Miro rápidamente la pantalla y veo que aún le quedan 27 minutos, que acaba de pasar. Maldigo y me intento proteger como puedo en la marquesina aunque sin éxito. Cada vez estoy más mojada, el pelo me chorrea y tengo el vestido totalmente adherido a mi cuerpo. En esas estoy cuando un coche negro para a la izquierda de la parada. En él veo a un hombre que baja la ventanilla del copiloto y me hace señas para que me acerque. "Querrá preguntarme algo" pienso y con esas, me acerco bajo la lluvia. -Hola- Dice- Tú eres Kimberly ¿verdad? La profesora. -Eh... esto... sí. -Soy Juan, padre de un alumno. -Ah, hola, sí, sí. Me acuerdo de ti.- Y lo hacía, desde el primer momento que lo vi me llamo la atención. Era un hombre apuesto, unos 10 años mayor que yo de pelo grisáceo pero abundante, rizo lo que hacía destacar todavía más sus ojos azules sobre todo cuando sonreía con esa sonrisa blanca y bien armada rodeada de unos labios carnosos. -¿Estás esperando el autobús? Llueve mucho. ¡Sube y te acerco! -Dudé pero todavía le quedaban unos 25 minutos al autobús para volver ...