Deseos Prohibos
Fecha: 27/08/2019,
Categorías:
Primera Vez
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Autor: comechocho, Fuente: xHamster
... aguantaba por venganza.El tiempo pasó, llegó el verano y mi suegra, vistiendo sus trajes de trabajo, lucia generosos escotes que me trastornaban y que me hacían desearla más y más, hasta que una tarde, no aguante más y le confesé que me traía loco.Veníamos en viaje de regreso, eran las 6 de la tarde, mi suegra me contaba que había tenido un día de locos, que lo único que quería era llegar a la casa, sacarse los zapatos y tomarse una cerveza helada. Yo le dije que también venia cansado, que necesitaba relajarme. Le dije que pararía a fumarme un cigarro y a estirar las piernas, algo que muchas veces habíamos hecho en nuestro diario trayecto. Me detuve en un desplaye de la carretera, bajo un frondoso árbol, prendimos dos cigarros, mi suegra miraba el paisaje, fumándose su cigarro, mientras el paisaje que admiraba yo, era el tremendo culo de mi suegra, bajo esa falda ajustada. Terminó su cigarro, y volvía al auto para continuar el viaje, cuando la tomo de la cintura, la apoyo contra el auto y la trato de besar. Se asusta, esquiva mi beso y me encara mostrándose alterada y sorprendida con mi actuar, mientras yo le confesaba que hace mucho rato que ella me gustaba.Abrazada como la tenia, buscando sus esquivos labios, mi suegra me rechazaba , diciéndome que era una locura, que pensara en su hija, hasta que no se resistió y me contestó el beso, metiendo mi lengua en mi boca abrazándome fuertemente, diciéndome que ella también hace rato estaba sintiendo lo mismo por mí. Años, años de ...
... querer tocarle las tetas y mientras nos dábamos un apasionado beso, sacié los deseos de años, agarrándoselas ambas fuertemente. Como un pulpo me fui con mis manos al cuerpo de mi suegra, tocándola con deseos irrefrenables, mientras ella solo me besaba apasionadamente. Le levante su falda, en busca de su culo, me detuvo y me dijo que nos fuéramos de ahí a otro lugar más cómodo. Manejando rápidamente, casi no articulábamos palabras. Ella solo decía a cada rato que era una locura, que no lo podía creer. Sabíamos perfectamente, como millones de veces habíamos visto en nuestros viajes, que antes de llegar a nuestra ciudad, había varios moteles a la orilla de la carretera, que sellarían nuestra locura.Apenas pude entré en el primero que apareció y ya en el cuarto, todos nuestros deseos frustrados de años, se desbordaron en un volcán de lujuria y pasión. Una a una, rápidamente nuestras prendas fueron quedando botadas en el piso de la habitación, mientras nuestros besos no se detenían. Lo único que queríamos era estar desnudos y poder disfrutar del placer prohibido de la carne. Caímos desnudos a la cama, mis manos no soltaban el culo de mi suegra, mientras frotábamos nuestros sexos fuertemente. No hubo mucho preámbulo, solo le separé las piernas y en segundos, mi verga ya estaba dentro del cuerpo de mi suegra, haciéndola gemir de placer.Me la follé con todas mis ganas, mis manos aferradas a sus grandes nalgas, y mi cuerpo moviéndose sobre mi suegra, penetrándola hasta lo más profundo ...