Estudiante en prácticas
Fecha: 27/08/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... peleado y que, después de haberlo discutido ayer, acordaron que hoy sería la fecha apropiada para la reconciliación. Eso explicaba la gran cantidad de semen que tuve que tragar. Comencé a levantarme mientras sacaba los restos de semen que se hallaban en mis labios. Me puse frente al lavamanos y, mirándome al espejo, bajé el cierre de mi falda. La dejé caer y la aparté con uno de mis pies. Luego hice lo mismo con mi ropa interior. Levanté mi trasero al mismo tiempo que abrí mis nalgas con mis manos. Al decir penétrame, pude ver por el espejo que Daniel agarró su miembro con una mano, mientras que con la otra me tomó por la cintura. Pude sentir como rozaba su poderosos pene con mis nalgas, hasta que por fin, con la guía de su mano, encontró mi ano. Introdujo toda su carne de una sola vez, en una penetración muy profunda, la que hizo más intensa tomándome de la cintura con ambas manos y empujando hacia sí todo mi cuerpo. Luego de unos breves segundos, comenzó a darme duras penetraciones, sacando sus manos de mi cintura para ponerlas en mis pechos, usando al máximo el ir y venir de sus caderas. Yo me apoyaba en el lavamanos y abría aún más mis piernas. A ratos, Daniel me levantaba del piso por la fuerza con la que metía su miembro dentro de mi. Casi desde mis primeras experiencias preferí ser penetrada por el trasero que por mi entrepierna. No es que no me guste una buena verga en mi vagina, pero por lo menos así no me arriesgo a quedar embarazada. Por eso le decía a Daniel ...
... más duro, más duro. Normalmente, lo gritaría con entusiasmo, pero no era el lugar apropiado. Al cabo de unos minutos, se dio por vencido. Sin sacar su miembro de mí, comenzó a desabrochar mi blusa. Lo detuve. Te dije que yo daría las órdenes pronuncié seriamente. Él desistió y sacó cu carne de mi trasero. Yo quería un orgasmo a como diera lugar y estaba apunto de tenerlo, así que me di media vuelta, lo encaré y le dije tómame. Con gran rapidez, me tomó por la cintura y me levantó. Él solo no lo habría hecho, se necesita más que su cuerpo delgado para manejarme como pretendía hacerlo, así que hice un pequeño salto y abrí mis piernas lo suficiente para que pudiera montarme sin dificultad. Señorita Sonia me dijo con cara de amante sufrido y cansado, no creo que pueda... decidí interrumpirlo. Sólo te pido un poco más, estoy a punto de acabar le dije. Daniel estuvo de acuerdo y comenzó a penetrarme, esta vez ya no con las energías de hace un momento, pero sí con la suficiente para poder llevarme al clímax. Le hubiera pedido que me chupara, pero cuando lo besé al comienzo supe que su lengua no era su especialidad. En cosa de un par de minutos, llegué al orgasmo. Nada comparado con lo que sentí con Arturo el viernes... tres veces, pero bastará por hoy. Al acabar, abracé fuertemente a Daniel con brazos y piernas y, al cabo de unos instantes, me separé de él para comenzar a vestirme. Le agradecí el servicio. Él se deshizo en alabanzas hacia mí. Quiso que fijáramos una fecha para otro ...