Nueva vida y nuevos placeres por descubrir
Fecha: 30/08/2019,
Categorías:
Incesto
Fantasías Eróticas
Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos
Después de la boda de su hija Carmen se quedó a vivir sola en casa. Ya no se arreglaba para salir y solo iba de su casa a su trabajo, casi sin relacionarse con nadie. Preocupado por la situación de su madre, su hijo Iván se fue a vivir con ella. Había pedido su traslado, ya que vivía en otra ciudad. No se habían visto desde hacía dos años, cuando viajó a otra ciudad a trabajar. Carmen lo recordaba como un chico dulce, tímido y delgado. Desde que se fue se comunicaban todos los días por teléfono, correo o redes sociales. Sabía que le va bien en su trabajo y hasta hace unos meses estaba saliendo con una chica mucho mayor que él. Él tiene 25 años y ella tenía 39 años, casi los 50 años de edad de Carmen. Ella se sorprendió al ver llegar al aeropuerto a aquel muchacho fuerte que la abrazó y la levantó en vilo haciéndole girar por los aires. Sabía que estaba yendo al gimnasio desde hace varios meses, pero no imaginó esos resultados. Carmen es una mujer de pequeña estatura, delgada, tez clara y ojos rasgados, pestañas largas, tetas normales, aunque de caderas un poco pronunciadas y culoncita, usa lentes y lleva el cabello largo con algunas canas atado en un moño. Su forma de vestir es muy formal y recatada, con 50 años encima. Iván la llevó a comer, no podía creer lo guapo que se había puesto. La cena fue especial, hablaba con amenidad y seguridad. Lo podía considerar un hombre de mundo. Luego le propuso irle a comprar ropa e ir a la peluquería: - Mamá, te voy a comprar ropa, eres ...
... muy bella y no deberías ocultarla en esas aburridas prendas de señora, - Pero, soy una señora, hijo. - Aun así. Voy a exhibirte como la belleza que eres. - Si no fueras mi hijo, pensaría que me estás coqueteándome. Se pusieron a ordenar las cosas. Carmen se quitó el camisón que tenía quedando con un polo de tiras que dejaba ver el nacimiento de sus grandes tetas con pecas. Iván estaba embobado viendo la belleza de su madre. Con el pasar de los días había más confianza entre ellos. Iván se acercaba por detrás en la cocina, la cogía de la cintura y le daba un beso en la mejilla. Las conversaciones se hicieron más íntimas y amenas. Con el pasar de los días ya se había acostumbrado. Le contó que desde hace unos seis meses había terminado con su enamorada y por eso había comenzado a ir al gimnasio de manera seguida. Luego le contó chistes y anécdotas. Le encantaba pasar cada momento con él. Se sentía feliz y segura. Iván le mostró fotos de su novia, una mujer atractiva. Carmen se sintió celosa. Pero todo cambió una noche que al pasar por el baño lo encontró orinando. No había visto un pene, ni menos tenido sexo desde que se separó de su esposo hacía varios años atrás. Su pene es más grande y grueso que el de su ex esposo. Sin querer se puso cachonda. Él no se dio cuenta. Esa misma noche la llevó a cenar a un restaurant elegante. Hacía mucho que no usaba tacos, perdió el equilibrio. Su hijo Iván la cogió de la cintura y apoyó su cuerpo sobre el suyo. Iván sintió sus pechos, el olor ...