1. El vecino del fondo (final)


    Fecha: 30/08/2019, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Don Abelardo y don Ernesto disponen de mí a su antojo y ayer, después de haberme usado a fondo por el culo y por la boca, don Abelardo se puso a charlar con don Ernesto en la mesa del patio mientras yo permanecía arrodillado ante los dos, con las nalgas apoyadas en los talones y las manos atrás, en una posición sumisa que ellos no me habían ordenado pero me excitaba. Después de elogiarme con términos obscenos, don Abelardo le preguntó a don Ernesto si tenía mucama… -No, me las arreglo yo… -Pues use a Jorgito, yo se lo presto una vez a la semana para que le haga una limpieza a fondo y luego usted sólo debe mantener… No sabe usted lo buena mucamita que es… -¿En serio me lo dice, Abelardo? -Pues claro, hombre… ¿Qué día le conviene que le mande al niño? -Mmmmhhh, a ver… Podría ser mañana, viernes, mándemelo a eso de las cinco de la tarde ¿le parece bien, Abelardo? -Vale, mañana a esa hora lo tendrá en su casa, antes de irse déjeme la dirección… -Le pregunto, Abelardo, ¿podré cogérmelo cuando termine de limpiar? -¡Pero claro que sí, hombre, úselo a su antojo! Dele por el culo, haga que se la chupe, lo que usted quiera… Y bien contento estará el niño con lo putito que es… -y ambos rieron… Yo escuchaba semejante diálogo ardiendo de pies a cabeza y con el pito bien erecto escondido entre los muslos… Al día siguiente toqué el timbre en lo de don Ernesto… Es una casa con un pequeño jardín al frente, visible desde la verja enclavada en una pared baja… La casa tiene dos ventanas a ...
    ... derecha e izquierda de la puerta, por la cual apareció don Ernesto… -Hola, Jorgito… -me saludó mientras abría la puerta de calle… -Hola, don Ernesto… -contesté y me estremecí con el beso que me dio en la boca… Avanzamos hacia la puerta de la casa con él tocándome el culo entre risitas y yo sintiéndome caliente y deseoso de recibir su verga, pero claro que antes tendría que trabajar como la mucamita que soy… Ya adentro, don Ernesto me guio por la casa mostrándome cada ambiente: en un pasillo estaba a la derecha el dormitorio y el baño, a la izquierda el comedor y después la cocina, por la cual se accedía a un patio… -Me barrés todos los cuartos y el patio, Jorgito, me lavás la vajilla que hay en la pileta de la cocina y me limpiás el baño… En la cocina están la escoba, la palita y los productos de limpieza, ¿entendido?... -S… sí, don Ernesto… -Bueno, empezá y si me hacés un buen trabajo vas a tener un premio… -Ay, sí, don Ernesto… -Tu culo tiene hambre, ¿eh, Jorgito? -Ay, sí… -Y tu boquita de putito también tiene hambre, ¿cierto?... -Mi boquita tiene sed, don Ernesto… -dije y sentí arder de vergüenza mis mejillas… Él rio y dijo: -¡La de leche que vas a tragar, putito!… Y ahora movete y dejá el comedor para lo último, porque voy a estar ahí mirando televisión... Me hubiera gustado que me ordenara trabajar desnudo, pero no lo hizo, me resigné y me puse a hacer la tarea, erizado de pies a cabeza, de tan caliente… Empecé por la vajilla en la cocina y a esa altura ya tenía el pene bien ...
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