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Andrea CD: La Primera (y 2ª Parte)
Fecha: 12/11/2017, Categorías: Fetichismo Primera Vez Sexo con Maduras Autor: BloqNumVLC, Fuente: xHamster
... sentamos en el sofá de tres plazas. Y al mirarla, cada vez me parecía más hermosa. Se levantó y pusó un DVD.- “¿Te importa que ponga una película?”.Le dije que en absoluto. La película estaba empezada. En ella, y también en un sofá, una transexual latina de pechos inmensos cabalgaba una poya en un movimiento acompasado y constante en el que su poya sin empalmar y sus huevos, describían órbitas circulares en cada arremetida.- “Me gustas porque te gusta besar y eso me enloquece”.Le dije que a mí también, aunque esperaba no me quedaran muchas marcas de su pintalabios. Estuvimos varios minutos besándonos y magreándonos. Cada vez acariciaba con mayor frecuencia sus labios, aunque sin llegar a su zona más íntima. Andrea se levantó y se bajo la falda. Llevaba puestas unas braguitas negras a juego con el color del sostén que se le transparentaba. Le quedaban pequeñas y se le metían entre las nalgas lo que aún las realzaban más. Las acaricie como quien acaricia un tesoro que termina de conseguir. La sensación era deliciosa. Su culo resultaba sublimemente femenino.- “¿Quieres que me las quite”?- “No. Me gustas más así. Con ellas puestas”.Me sonrió y se sentó de nuevo. Ahora me tocaba a mí. Fui demasiado brusco en ese momento. Me levante. Me bajé los pantalones y el bóxer. Le acerqué la poya y empezó a chuparla dulcemente. En eso momento mis manos comenzaron a acariciarle la peluca primero. Después, empujaba un poco su cabeza para sentir la sensación de que entraba toda en la boca. ...
... Estaba extasiado. Le dije que me repitiera lo que me había dicho.- “Siéntate tú. Voy a enseñarte como me gusta a mí”.Andrea cogió uno de los cojines del sofá y lo puso en el suelo. Se arrodilló y empecé a sentir otra vez esa sensación de mi poya en boca arremetiéndola con dulzura. Le apretaba la cabeza cada vez un poco más. Mi poya iba a estallar. Podía sentir las pulsaciones de mi corazón en ella cada vez que con su lengua remataba mi glande. No sé el tiempo que pasó hasta que me pregunto si quería correrme.- ¿”Así”?, le pregunte.Me explicó que esa tarde no estaba preparada para que la follasen. Estaba sin depilar de piernas y pubis. No me importó. La cuestión era ya aliviar aquel calentón. La levanté. Le di varias palmadas en el culo. Le sobe todo el cuerpo metiendo la mano por la camisa. Sus muslos, su culo, y finalmente le dije que se sentará.Cogió otro condón y me lo cambió por otro con sabor a fresa. Le metí por tercera vez la poya en la boca y estuvo chupándomela hasta que termino exprimiéndome. Noté que me corría. Siguió chupando y cuando la saqué me incliné a besarla. Efectivamente aquel condón era afresado. Así me lo pareció por el sabor de sus labios. Pero no era la primera vez. Cuando nos besamos en la cocina, sus labios ya me sabían a fresa.Andrea se sacó la poya por un lateral. Empezó a masturbarse mientras le aceriaba y apretaba los mulos. Al poco terminó corriéndose. Una lluvia de leche de Andrea terminó en el suelo aquella tarde, de aquella mi primera vez con una ...