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una navegacion tormentosa (primera parte)
Fecha: 11/03/2019, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: marinero, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
muy joven me atrajo el mar y sus misterios, enrole en la marina a los 16, a los 17 ya estaba abordo de un barco de guerra y recorriendo parte de mi pais en soberania, en cada puerto habia mucha entretencion sobre todo beber alcohol, mi embriaguez me ponia cachondo pero me contenia pues mis gustos no iban por las mujeres, es mas me agradaba mirar otros marineros en las duchas, pero debia guardar apariencia y conservar mi trabajo. un cabo antiguo era mi jefe y otro de mi promocion mi compañero, hasta que una vez llegue algo bebido tarde noche en algun puerto, y me costo sacarme mi ropa para acostarme, mi jefe estaba despierto y se levanto a ayudarme,estaba semidesnudo, y al tratar sacar mi pantalon perdi equilibrio y sin querer me asujete de su verga, me hizo guardar silencio y me ayudo a terminar de desvestirme, yo dormia debajo de su litera, me quede sentado un rato y el de pie apoyado en la litera, como todos dormian, eso crei y estaba oscuro, el saco su verga rigida y la dejo cerca de mi cara, dude un poco, pero necesitaba algo asi, sobre todo tan gruesa y cabezona, asi que con suavidad la tome en mis manos y la introduje en mi boca, que sensacion mas esquisita, el empezo a mover sus caderas y luego de un rato senti su chorro caliente como bajaba ...
... por mi garganta,despues de eso senti panico y que todo iba a cambiar, perderia mi trabajo si el me denunciaba, el se acosto arriba en su litera y se durmio, yo quede estupefacto con lo ocurrido, hasta la borrachera se me espanto, me tape en mi cama y quede despierto, inquieto, senti a mi compañero de la litera pareada a la mia, por razones de aprovechar los espacios, que se movia inquieto hasta que me hablo susurrando, me pregunto si yo estaba bien, le menti diciendo que si, y el me dice, ya lo creo, si con esa succion que le diste a mi cabo, cualquiera queda bien, ese comentario fue como un gran puñal en mi pecho y me dije, dios mio, estoy frito, hay testigos y me van a echar, pero mi amigo me dijo, no te preocupes, esto queda entre nosotros, le pregunte, de verdad?, y me dice, pues claro, mira, dame tu mano para estrecharla como un acuerdo entre amigos, le pase mi mano, la estrecho y luego con firmeza, la arrastro hasta su entrepierna bajo la ropa, y toque su verga rigida y humeda, y me dijo, creo que este duro problema necesita una solucion que solo tu puedes darle, y no tuve mas remedio que darle la solucion que ustedes imaginan, el se durmio y yo no pegue ni una pestañada hasta que el toque de diana nos obligo a ducharnos. luego sigo esta historia
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