Me toco ser la otra. - Relatos Eróticos

Me toco ser la otra.

... tocara ahi en medio de las piernas. Solto la perilla de la puerta y se ponia cerca de mi y tomaba otro trago. Se sento en el piso al lado mio y me platicaba de negocios y le dije que de negocio no entendia nada. Me miro las pantorillas y sentia su lengua que me las lamia...se detenia y miraba hacia arriba para hacer contacto conmigo y me pedia disculpas. Estaba terminando de lavar la ultima pieza de cocina y me sentaba al lado de él. Le pregunte si queria divertirse y de ser asi él y yo nos podimos divertir juntos siempre y cuando no fuese a perjudicar mi relacion con mi esposo. Mi jefe me prometia que podia mantener cualquier secreto y le bjaba con mis manos la cremallera de su pantalon para darle una buena mamada de berga algo que a mi siempre me ha gustado hacer. Ahi en el suelo frente al lavatrastos comence la diversion con él. Lo habia encendido que escuch que me dijo "Que rico lo haces" me quitaba las bragas y me aseguraba a que el lo mirara y lo demas llego mas facil que nos quedamso desnudo en el sueo de la cocina. Sentia como me la ponia en la raja de mi chocha y le detuve para decirle una vez mas "No quiero problemas en mi relacion con mi esposo, me lo prometia que no seria problema alguno y ...

... senti como su cabeza de la berga se enfilaba con un poco de presion que la senti de inmediato dentro de mi. Que alivio de haber hecho contaco con una pija que no era la de mi marido. Mi jefe me decia en mi oido cuando ya me cogia "Cometela callada que es solo para ti" me daban unas embestidas leves en un polvo que duraba tres cuartos de hora y los dos a una misma vez nos corriamos juntos. El segundo polvo fue en la cama de él y me clavo muy bien que me dejo dormida una vez nos coriiamos una vez mas. Me desperte y él no estaba al lado mio y encontre una nota que se habia ido al hospital. Me dejo dinero para el taxi y me iba para mi casa bien atendida. Todavia sigo trabjando para ellos y ese secreto se ha sabido llevar. El dr habia dicho que ella , mi jefa, tenia que guardar dieta de sexo por un peirodo de tiempo hasta que el lo ordenara. Mi jefe y yo nos mirabamos en un hotel donde nadie pudiera conocernos y ahi mi jefe al igual que yo nos desquitabamos todas las ganas del mundo. Me llevaban de regreso a casa y mi espos que ya habia venido para estar conigo salia a recibirme y se paso mi esposo saludaba a mi jefe. Como dije, si los secretos se pueden llevar pues humildemente les digo que aqui no pasa nada.