1. Mi propio Padre me hizo Maricón!


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Nauj69, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Mis padres se habían divorciado desde que yo era pequeño; por lo que siempre viví con mi mamá, pero aun así pasaba mucho tiempo con mi papá, generalmente todos los fines de semana. A mí no me molestaba ver a mi padre con una mujer diferente cada cierto tiempo; pues él siempre ha sido muy macho y la verdad es que para sus 47 años se conservaba muy bien. Es bastante alto; corpulento y fibroso, de pecho ancho y bíceps macizos, pero con tremenda panza también; además papá es muy velludo, barbón y así de mucho pelo en pecho, cosa que envidio y no puedo esperar a tener; pues yo no soy muy velludo. A mis 16 años soy delgado y sólo tengo las piernas peludas, pero ya tengo también vellos en mis axilas y pubis, con un caminito que me sube hasta el ombligo.
    
    Ese verano mi mamá tuvo que hacer un viaje de trabajo por 15 días; así que yo me quedé todo ese tiempo en el departamento de mi padre. Eso para mí era lo mejor, pues con papá siempre me la pasó de lo mejor. Él todo el tiempo me deja comer y hacer lo que yo quiera, desvelarme viendo películas con él y hasta me deja acompañarlo cuando se reúne con sus amigos a beber cerveza y hablar de todas las mujeres y chicas jóvenes que ellos se follan, aun los casados; por lo que yo trataba de aprender y escuchaba atento a todos los detalles, que admito que hasta me excitaba de imaginar todo lo que mi padre y sus amigos hacen en cuanto al sexo.
    
    Para el fin de semana papá me dijo que fuéramos a nadar un rato a la piscina de su edificio, ...
    ... pues hacía mucho calor, y luego nos pusimos a asar una carne para el almuerzo. Ahí mi padre me dijo que para él yo ya era todo un hombrecito; así que me dejó beber dos cervezas, en lo que conversábamos de todo. Después de comer regresamos a su departamento y nos dejamos caer en los sofás de la sala para descansar un rato. Los dos estábamos sólo con bañador; el mío tipo short, bien corto a la entrepierna, y el de mi papá era azul tipo slip, muy ajustado; y como yo estaba sentado frente a él, vi como uno de los huevos se escapaba por la pernera de su bañador. Aquel huevo era enorme, mucho más que los dos míos juntos, y era mucho muy peludo, que sin saber por qué no pude dejar de mirárselo. La verdad es que yo nunca antes había sentido curiosidad por ver a otros hombres desnudos, ni en las duchas ni vestidores de mi secundaria; pero observar ese macizo huevo velludo de mi padre me dejó hipnotizado.
    Y en eso me percaté como su verga se marcaba perfectamente bien en su ceñido bañador. Noté como le reposaba sobre su muslo izquierdo y como ésta era grande y gruesa, aun estando flácida, y hasta pude verle el glande perfectamente dibujado y lo carnoso que mi padre lo tenía en comparación con el mío. Entonces mi propia verga comenzó a ponerse dura, imaginando lo enorme que se le pondría a él al parársele.
    
    Inmediatamente tomé un cojín del sofá y me tapé la entrepierna, para que papá no se diera cuenta de que mi bañador no podía disimular la tremenda erección que tenía.
    
    - ¿Qué pasa ...
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