¿Cómo he llegado aquí?...
Fecha: 13/11/2017,
Categorías:
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Autor: bi_gym_40, Fuente: xHamster
... energéticas. Hizo su selección, introdujo las monedas y luego, las bebidas no salieron. Al principio, le dio un par de toques a la máquina. Yo me ofrecí a ayudarla. Empecé a revisar los códigos y las bebidas que había ordenado. Hice la prueba con mis botellas de agua. Salieron sin problema. Ella se cabreó. Le dije que hablara con el encargado sobre el problema. Me contestó que ya iba de salida y que no tenía tiempo para eso. Le dije que ya iba yo a hablar con él, y ella me agarró por el brazo y me pidió que no dijera nada de lo que vería a continuación. Yo le dije que por mí no habría problemas. Ella metió sus manos en el borde metálico de la puerta de la máquina y la abrió igual que si fuera de papel. Había reventado la cerradura de seguridad. Cerró la puerta, tomó sus bebidas, me sonrió y se fue. Yo no daba crédito a lo que había visto. Fui a hablar con ella.- ¿Cómo lo haces?- ¿Qué?- Lo de la máquina. Tú sabes a lo que me refiero. Me miró y sonrió. Agarró mi mano y escribió un número de teléfono en ella.- Llámame en dos horas, y te daré una dirección.- Así lo haré.Continué con mi entrenamiento de piernas y glúteos como si no hubiera visto nada. Una vez que había terminado, pasó a mi lado el encargado, con cara de pocos amigos.- A ver tío, dime ¿qué te pasa?- Joder macho. Es la tercera semana seguida que me joden la puerta de la máquina expendedora. No sé cómo ni quiénes lo hacen. Pero ya estoy hasta los huevos… Cuando encuentre a quien me hace esto, va a llevar de ...
... hostias…- Vale, mejor tranquilízate… Es viernes. Y yo ya me voy. Te lo pagará el seguro.Me subí al coche y me fui a casa. Me duché y me vestí para la ocasión. Llamé desde mi móvil. Ella respondió. Me dio la dirección que anoté en un papel. Agarré una botella de vino de la vinoteca y conduje hasta su casa. Estaba ubicada en las afueras, rodeada por un muro alto, que terminaba en una verja de entrada que se abrió apenas me acerqué a ella. Entré y la verja se cerró. Subí por una colina hasta llegar a la casa de dos plantas, donde ella me esperaba de pie en la puerta. Me detuve a mirarla. Se había puesto unos tacones que la hacían ver más alta de lo que era. Un vestido negro ceñido a su cuerpo, que no llevaba ropa interior en ese momento. Y un cabello arreglado. Era justo lo que necesitaba para pasar el fin de semana.- Hola, le dije- Bienvenido- Te he traído esta botella de vino…- AdelanteSu casa por dentro no era ostentosa ni lujosa. Había varios salones, pero sus puertas estaban cerradas. Me invitó al comedor, iluminado con candelabros, donde ya se había dispuesto una cena para dos. Además de nosotros, también estaban un mesonero y una cocinera, que nos servían los platos. Una mesa alargada, las velas y nosotros cuatro éramos toda la decoración de la estancia. Ella se puso en un extremo de la mesa, y cuando fui a acercarle la silla para que se sentara, me di cuenta que no pude moverla ni un milímetro. Ella la agarró y la movió para poder sentarse.- Siéntate, me dijo. Así lo hice.Cuando ...