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La vendedora
Fecha: 07/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... luego tres en la vulva. La vendedora solo ponía los ojos en blanco y estiraba todo el cuerpo teniendo orgasmos!! -Metémela ya por favor –me imploraba. Yo no podía hacer con ella una excepción a mi método y aún cuando me rogaba, no se la metía, sino que la seguía mamando para que sintiera el máximo del placer. Me bajé hasta sus pies –qué belleza de deditos- se los mamaba y la besaba la planta de los pies, mientras que le metía dos dedos en su vagina. -Ay! Ay! Qué rico! Sos lindo! Aaaaay! Aaaaay! Cuando le chupaba los deditos de los pies turnándome con su vulva, chupándole el clítoris como cuando voy a comer ostras. Después de darme un banquete con sus extremidades inferiores y mientras tenía en mi boca su pie derecho, ella solo alcanzaba a gemir y a decirme expresiones –metémela ya hijo de puta riiiiiiico! Metémela ya cabroooooón!!, quiero sentir esa vergaaa!! Ahhhhh! comencé a bombearla y otra vez: Ay! Ay! y gemía y movía la cabeza de un lado para otro. -Estás bien rica godita –le decía mientras le metía y sacaba la verga. Sos una gorda ...
... deliciosa! Sos una gordita puta! Te gusta la verga, verdad? Te gusta que te la metan toda, verdad? Sos una gran puta, verdad? -Sí! Me encanta que me cojan!! Qué rico sos papacito!! Sí soy una puta! Ay! Ay! Ay! -Date vuelta! le ordené y cuando cambiaba de posición se detuvo a darme una mamadita de unos 30 segundos. Se la metí en la vulva y le masajeaba las nalgotas blancas y pecosas, se las apartaba y se las juntaba y le metía un poquito de dedo en el ojete, que ya pedía y estaba listo para la batalla. Se la saqué, apunté y comenzé a metérsela en el culo. -Aaay hijo de puuuuta!!Ay papasito! Qué riiiico! Y con una mano se tocaba el clítoris. Comencé a darle por el culo hasta que terminamos juntos. Le llené todo el culo de mi leche hasta que se me puso flácida. La saqué y comenzamos a besarnos y ella bien agradecida por la buena sesion de sexo que nos habíamos dado. -Te gustó?, le pregunté. -Ay sí!, respondió y suspirando, viéndome con una cara de pícara, -qué cogida más rica mi amor! Papasote! dándome un gran beso en la boca. Vos sí sos rico!!