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Sin el consentimiento de Ana
Fecha: 15/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Cierto día me encontraba mirando en internet una página de contactos donde interactuaban parejas liberales, cuando un anuncio me llamó la atención: “Te gustaría ver cómo varios desconocidos abusan de tu mujer?”.Siempre había fantaseado con eso. Además sabía que Ana también disfrutaría de ser abusada por desconocidos…Sin pensarlo respondí al anuncio y al día siguiente me respondieron.Me dijeron que sería sin el consentimiento de mi mujer. Yo debía garantizarles que ella no haría una denuncia posterior al abuso.Se los aseguré y entonces me contestaron que se trataba de tres tipos jóvenes y muy bien dotados. Me dieron instrucciones para llevar a Anita un determinado día a un lugar solitario donde poder llevar a cabo el abuso…Un viernes por la tarde convencí a Ana para salir a dar un paseo cerca del río. Allí nos esperarían estos hombres, escondidos en una zona de pastizales junto a la orilla.Llegamos al sitio convenido pero yo no veía a nadie; pensé que se habrían arrepentido y no vendrían. Me salí un momento del camino para orinar junto a unos arbustos y entonces Ana me llamó asustada diciendo que se acercaban unos hombres con la cabeza cubierta.Comencé a ponerme nervioso, el arrepentido ahora era yo, pero al parecer ya no había vuelta atrás. Regresé junto a mi esposa y efectivamente, allí venían corriendo esos tipos encapuchados.Le dije a Ana que corriera, pero enseguida uno de los hombres la alcanzó, aferrándola por un brazo. Intenté golpearlo para zafar, pero los otros ...
... dos me derribaron al suelo.Nos tomaron a ambos por el cuello y nos metieron a empujones entre los arbustos. Le colocaron a Ana una venda negra sobre los ojos, mientras ella les suplicaba casi llorando que nos dejaran ir.Uno de ellos se rió a carcajadas y le dijo:“Según cómo te portes con nosotros, todo esto va a terminar rápido…”A mí me ataron los pies y luego las manos por detrás de mi espalda, pero me dejaron los ojos sin cubrir para que “pudiera disfrutar del espectáculo…”Hicieron poner a Ana de rodillas en el pasto. El primero de los tipos sacó una verga enorme y la colocó sobre los labios de mi esposa, ordenándole que se la tragara entera. Anita levantó sus manos a ciegas y alcanzó a aferrar esa tremenda tranca que le ofrecían. Abrió sus labios rojos y sacó su sedosa lengua, comenzando a lamerle la verga al extraño muy despacio.Otro se acercó por detrás de mi mujercita y tomándola por la cintura la hizo poner de pie. Luego la hizo inclinar sobre la verga de su compañero. Entonces le subió el vestido hasta la cintura y le arrancó de un tirón la tanga de algodón que Ana llevaba. Olió los trozos de tela y sonrió satisfecho. Sin darle tiempo a nada, volvió a aferrarla por las caderas y de pronto se hundió hasta el fondo de la delicada vagina de mi mujercita, que por un segundo se sacó la verga de la boca, para dejar escapar un agudo grito de dolor.El tipo comenzó a bombearla, riéndose y comentando con sus amigos:“Está bastante estrecha esta puta… y bastante empapada aquí ...