MI PRIMERA VEZ A LOS 11 AÑOS CON UN COMPAÑERO DE ESCUELA - Relatos Eróticos

MI PRIMERA VEZ A LOS 11 AÑOS CON UN COMPAÑERO DE ESCUELA

Me llamo Víctor, ya soy un hombre grande, casado, tengo tres hijas y dos nietos. Aunque me gustan mucho las mujeres, también siento  inclinaciones gays y quiero compartir con Uds. cómo fue mi despertar al sexo, que fue con un chico vecino con el que íbamos a la misma escuela. Yo para aquel tiempo tenía once años y estaba aún en la primaria. Vivía en una casa antigua de Buenos Aires con mis padres y dos hermanas bastante mayores, una tenía 16 y la otra 19. Mis primeras calenturas comenzaron cuando veía a mis hermanas vistiéndose delante mío, ellas no veían maldad en mis ojos y a veces se paseaban dentro de la casa en ropa interior o directamente en tetas o desnudas. Mis padres se habían separado y yo era el único varón de la casa y ellas me ignoraban, a veces mi propia madre salia de bañarse envuelta en un toallón y yo la veía completamente desnuda mientras se vestía o se ponía cremas en el cuerpo delante mío como si nada, ver a mi madre me incomodaba un poco, pero con mis hermanas era diferente, me gustaba verlas desnudas. Para aquellos tiempos en el fondo de mi casa había una construcción vieja, toda derruída, antes había sido un depósito de maderas que después fue abandonado. Allí yo iba por las tardes a jugar con un chico vecino que tenía un año mas que yo y concurría a la misma escuela. Una tarde que estábamos jugando en ese lugar, mi amigo me cuenta que solía espiar por una rajadura en la puerta del baño a una tía suya mientras se bañaba y que el pene se le ponía duro, ...

... yo entré en confianza y la conté que a mi me ocurría lo mismo con mis hermanas que a veces andaban desnudas delante mío. En esa conversación yo note que me estaba excitando y tuve una erección, para mi todo seguía siendo un juego y no lo veía como algo malo o pecaminoso. Cierto día de verano que mi madre y mis hermanas no estaban en la casa, nos fuimos al fondo como era habitual, era un día muy caluroso. Mi amigo Carlos, retomó la conversación de la tía que el la espiaba y me daba detalles del físico de la mujer, yo de a poco me fui excitando y nos empezamos a tocar, primero cada uno se tocaba su propio pene y después el me tocaba a mi y yo a él, le llamábamos "la cambiadita"  Carlos tenía el pene mas largo que el mío y ya tenía algo de vello púbico, yo lo tenía más corto pero mas grueso y aún no tenía vello. Durante varios días seguíamos con esos juegos de tocarnos y cada vez nos gustaba más, y en una oportunidad Carlos me propone que a ese juego le agregáramos el rozamiento de los penes entre las nalgas de cada uno, como si fuéramos una pareja de varón y mujer,  yo primero tuve dudas pero después accedí. Primero lo hacíamos con los pantalones puestos y estábamos unos minutos cada uno haciendo rozar el pene entre las nalgas del otro en posición de pie.  En esos primeros tiempos yo no sentía aún nada sexual, era como un juego más. Lo hacíamos en un baño abandonado que había en el fondo y tenía agujeros por donde mirábamos hacia la casa por temor a que viniera mi madre o alguna ...