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Mi pequeña ahijada
Fecha: 16/05/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Dandy, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Por aquél entonces yo trabajaba como profesor en una secundaria. Me acostaba con varias mujeres, sin embargo, ella era especial en la cama. La maestra de inglés y yo nos enamoramos y nos fuimos a vivir juntos. Ella tenía una pequeña niña de 6 años. Al principio no nos hablábamos, pues tenía un carácter berrinchudo y yo no lo caía nada bien. Poco a poco me fui ganando su confianza y cada vez se acercaba más a mí. Después de unos meses ya permitía que la abrazara y se subía en mis piernas. Un día estaba yo trabajando en mi escritorio y llegó a sentarse en mis piernas; vestía una blusita verde y una minifalda de mezclilla que dejaban ver sus piernas delgadas. Ya se voeía que sería una mujer muy hermosa de grande, con su pelo castaño, ojos grandes y su piel apiñonada. Una vez arriba de se puso de espaldas y recargo su cabecita en mi pecho. Yo llebaba puesto solo un delgado short, pues era un lugar muy caluroso con playa. Poco a poco comenzó a moverse y a estirarse hasta que su faldeta quedó totalmente levantada y sus nalguitas quedaron arriba de mi pene. Este rose hizo que me excitara y se me empezó a poner duro. Ella lo notó y me volteo a ver, pero yo me hizo tonto y seguí escribiendo en la laptop. Ella no se quitó sino que empezó a moverse con las ritmo y a acomodar su rayita exactamente en mi pene erecto. Cada vez se movía con más fuerza frotando su pequeño puso contra mi miembro caliente. Se oyeron pasos en la escalera y ella corrió rápidamente, yo alcancé a meterme al baño ...
... en lo que se me bajaba la erección. Ese fue muestro primer encuentro. El siguiente encuentro fue un día en el que su madre no estaba. Ella estaba dormida en su recamara y yo estaba en la mía viendo la tele. Cuando desperté vino a mi cama tallándose los ojos y preguntando por su mamá. Le dije que no estaba y se acurruco sobre mi pecho. Llevaba puesta un camisón de dormir blanco que dejaba transparentar sus pequeños pantys blancos y sus largas piernas. Poco a poco fue subiendo hasta llegar a ponerse encima de mi, aún con su cabeza recargada en mi pecho. Levantó su camisón y acomodó su pequeño puso sobre mi pene. Se empezó a mover hacia atrás y hacia adelante, mi pene se puso erecto en un santiamén. Yo llevaba solo una trusa muy delgada y pequeña, e inmediatamente mi salió la punta del calzón. Cuando ella lo sintió se acomodó de tal manera que la punta de mi pene rozara exactamente su vaginita. Se movía en círculos, hacia atrás y hacia adelante y yo sentía que estallaba. No puede más y mis manos agarraron sus pequeñas nalgas y las empezaron a mover ya restregar con más fuerza hacia la punta de mi verga que ya empezaba a lubricar y a mojar su calzoncito. Ella nunca levantó su cabeza de mi pecho y empezaba a gemir en silencio. Cuando me di cuenta quité mis manos de sus nalgas pero ella las atrapo rápidamente y volvió a poner en su lugar y a moverse con más fuerza. Yo la seguía moviendo hacia a atrás y hacia adelante el ritmo que mi cadera se levantaba para frotar con más fuerza mi ...