algo dentro... algo nuevo 1
Fecha: 04/07/2019,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: redc, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
1
Hoy es un julio por la mañana, y te lo dedico, a ti, a quien lo lea.
Empezó un día, igual temprano, en que estabamos aburridos, todos en la primaria. Tenia siete u ocho años, y un amigo, Dariel se llamaba, me había hablado de un cierto tipo de beso muy especial. Yo no había besado a nadie nunca, de hecho la idea jamas me había pasado por la cabeza, excepto a mis padres en alguna ocasión jamas lo había hecho de verdad.
Yo no le gustaba a nadie, todas las niñas parecían tener un gusto extraño, como si todas fuesen algo lesbianas, todas siempre solo querían a niñatos afeminados, de narices respingadas y orejas esculpidas, con una perfecta piel sonrojada y una completa falta de virilidad, chicos flacuchos y sin chiste más que sus naricillas perfectas.
Estaba interesado, así que pedí a Dariel que me contara el resto, lo hizo. Estaba hecho.
Estaba esperando a Dariel justo afuera sobre la puerta de un baño grande, justo en medio del patio de la escuela, y que por algún motivo nadie usaba. Yo estaba algo indeciso y temblaba, nadie se fijaba en mi. Espere mirando arriba, abajo, a cualquier lado, solo para no mirar a nadie a la cara. De pronto en el camino de mi mirada bacilante, a lo alto de un árbol, encontré revoloteando a un lindo pajarillo sobre una gruesa rama. Un pajarillo marron resplandeciente, parecía faltarle un ala, solo podía repapalotear al rededeor por unos segundos, luego se dejaba caer devuelta a la rama del árbol. Se veía flaco, era claro que le habían ...
... abandonado por no saber volar.
Dariel llego, me saludó y fuimos dentro. Antes de cerrar la puerta lo vi: el pajarillo iba cayendo fuera de la rama.
-Bueno, dale.
-Pongamos el seguro.
-¡ah! sí, cierto.
Le hecho cerrojo a la puerta, aun así entramos en un casillero hasta el fondo del baño, no quería que nadie nos encontrara.
-¿Como quieres empezar?.
-No lo se, fue tu idea.
-Cierto, cierto... ¡Ok!
Dariel se desabrocho el cinturón y bajo sus pantalones en seguida.
-Bb, b, bueno, empieza.
Dariel temblaba, yo más, puse mi mano sobre su barriga y levante su camisa un poco.
-¡Estas muy frio!
Me acerque a su cintura, di un pequeño pico como si solo hubiera pegado el rostro a un muro; Dariel tenía los ojos cerrados y seguía temblando. Continué dando picos alrededor de su barriga, no sabía que debía sentir exactamente pero era agradable estar con Dariel, para mí era muy buen amigo.
-¡Ahora te toca!
-¡Que! No has hecho nada.
-Te toca.
-Bien, b, b, bien.
El me desabrocho a mí, fue mas facil, yo no usaba cinturón, era algo rechoncho así que no lo necesitaba. Yo levante mi camisa por él y comenzó a acercarse. Era distinto, el no solo ponía su boca encima sino que la posaba, abría su boca un poco frunciendo los labios, dejaba un poco de saliva sobre mi pansa y los movía como si quisiera morderme, lo hacía durar.
-Tu turno.
-No, espera. ¿Qué más dijiste que se hacía?
Dariel pensó un momento. Voltee por la ventana del baño tratando de averguar si podía ver al pájarillo, fue ...