Mi vecino el chapista - Relatos Eróticos

Mi vecino el chapista

Mi vecino el chapista.Era un día como cualquiera ya los calores de la primavera se habían asentado así que el clima era muy agradable.Yo alquilaba una casa que al lado tenía un taller de un chapista que por suerte para mí no era muy ruidoso.El hombre era un cincuentón regordete, muy simpático, nada feo más o menos de mi altura (1,60m). No teníamos mucha relación pero de vez en cuando en la entrada de la casa cruzábamos palabras en una charla casual sobre cualquier pavada.A mí me parecía chapado a la antigua y por la edad debería serlo, charla va charla viene nos dimos con que a los dosnos gustaba el básquet y las películas de efectos especiales.Peor las veces que comentó algo sobre fútbol, yo no le respondía mucho porque no me gusta; así que en esos momentos nos quedábamos parados uno al lado del otro mirando la calle hasta que alguno decía: bueno voy a seguir haciendo cosasy nos íbamos cada uno para su lado ya que estábamos parados sin hablar.Un día me doy con que se me estaba acumulando la ropa para lavar y me estaba haciendo el tonto para no tomarme el trabajoy lo dejé pasar. Al otro día irremediablemente tuve que ponerme a lavar porque si no me iba a quedar sin ropa para ponerme. Entonces termino de almorzar y tomo valor y al lavadero me fuí.Mi lavadero era un cuarto que estaba saliendo de la casa hacia el patio y como era la siesta y yo sabía que el chapista no estaba porque venía recién a las 16:30 hs o después, me puse a lavar ropa sin preocuparme de nada.Y a pesar de ...

... que la puerta del lavadero estaba dando hacia la tapia que teníamos en común con el taller, y aunque dicha tapiano debía estar más de 5 metros de la puerta y se veía para adentro no me preocupé porque mi vecino no estaba.Cargué el lavarropas, puse el programa y listo la tarea había comenzado. De paso aproveché para ordenar un poco ese cuartoasí que estaba con la puerta y ventana abiertas total no había nadie.En eso que estaba enjuagando la tanda, echando el suavizante y demás me acordé de un flaco con el que había tenido una historia muy picantona!!! la semana pasada; y como ya te imaginarás me empecé a calentar y cada tanto sobaba mi paquete con la manoo lo refregaba con el borde de la pileta de lavar recordando lo bien que lo habíamos pasado.La pileta estaba justo en dirección de la puerta pero no me preocupé porque no había nadie en el taller que justo se le ocurriera asomarse por la tapia y verme. Así que yo seguí con mi historia, recordando y refregándome contra la pileta cada tanto.Y por momentos como siempre hago en estas circunstancias me desprendo el pantalón para apretarme un poco la pijay que salga el juguito (como le digo yo ja ja ) y juntarlo en mis dedos y saborearlo con mi boca.De lo bien que estaba me aflojé los pantalones para poder verme bien el bulto hinchado refregándolo contra la pileta.Y estaba dele que te dele sobándolo y mirándolo, cosa que me recalienta, y cuando notaba que ya estaba húmedo le pasaba los dedos a la cabeza y sacaba el rico juguito. Por ...