Mi Suegrita
Fecha: 20/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi historia es la siguiente, estoy casado con Ana mi mujer desde hace 2 años ella es una bella mujer de 24 años, muy sensual y bonita, aunque un poco fría en la cama, yo fui su primer hombre sexualmente hablando así que todo lo que sabe se lo he ido enseñando yo, mas sin embargo la falta de experiencia en la cama hace que a veces yo quede aún muy caliente después de algunas de nuestras sesiones de sexo. Yo en lo personal soy un hombre de 26 años, practico mucho deporte así que me mantengo en muy buena forma, mi pene mide 18 cm y según me han dicho es bastante grueso. La historia que me interesa contarles se da como resultado de mis frías relaciones sexuales con mi mujer.Mi suegra es una mujer de 53 años, es una mujer más bien normal un poco recatada diría yo, pero que a pesar de su forma de vestir muy decente y recatada no puede ocultar unos senos impresionantes que se destacan de su anatomía, un culo redondo y firme que se balancea con cada movimiento que hace al andar, pues esta es la mujer de la cual trata mi historia, el hecho es que mi querida suegrita enviudó hace ya más de 9 años, pues hace como cuatro años atrás mi mujer insistió en que viniera a vivir con nosotros, a mi la idea no me pareció la más adecuada pero por consentir a mi mujer, acepté.Nuestra relación transcurría de lo más normal, más bien un poco fría, con poca comunicación entre mi suegrita y yo. Yo en algunas ocasiones acostumbraba jugar una partida de billar con los amigos, fue así como en una ...
... ocasión cuando llegaba a casa después de los acostumbrados juegos, abrí suavemente la puerta principal de mi casa no queriendo hacer ruido para no despertar a mi esposa que ya dormía y despertaba temprano para ir a su trabajo, me dirigí a mi habitación teniendo que pasar frente a la de mi suegra que duerme en la habitación de la entrada del pasillo, justo cuando iba pasando silenciosamente frente a su habitación vi la puerta un poco entreabierta y la luz de su lámpara encendida, como todo el pasillo estaba a oscuras me quedé justo ahí mirando por la abertura de la puerta y lo que vi y escuché me dejó pasmado donde estaba.Mi suegra yacía en su cama con su camisón de dormir levantado hasta la cintura con los ojos cerrados y una de sus manos acariciando una de sus grandes tetas mientras que la otra la pasaba fuertemente sobre su raja grande y peluda tapada únicamente con un calzón grande y poco sensual, mientras realizaba esta labor de su garganta escapaban ahogados gemidos de placer, ahí estaba la mujer que consideraba una de las más recatadas masturbándose sobre el calzón y acariciando sus grandes tetas, el ver esta escena puso mi verga a mil haciendo que se me pusiera muy dura y grande. Resistí las ganas de entrar y meterle mi verga lo más adentro de su vagina, pero no así las ganas de masturbarme ante tal escena, por lo que despacio bajé el cierre de mi pantalón y liberé mi palpitante verga que estaba a punto de estallar de tanto excitación. Empecé a acariciarla al compás que mi ...