Los billetes de 50€ - Relatos Eróticos

Los billetes de 50€

Una de las cosas que más le ponen a mi marido es tratarme como a una puta. De vez en cuando llega a casa con un fajo (no muy grande) de billetes, dependiendo del humor que tiene los trae de 5, 10 20 o 50.El pasado sábado a media tarde me llamó para que fuera a una habitación que el usa como estudio de trabajo, cuando llegué estaba ligeramente apoyado sobre su mesa de cara a la puerta, tenía su polla fuera del pantalón y sostenía en la mano izquierda un paquetito con unos cuantos billetes de 50€. Cogió uno con su mano derecha me lo mostró y me preguntó si quería ganar un dinero extra ese fin de semana, a lo que evidentemente le respondí que si. Me los dió y me dijo que me fuera a poner algo sexy. Fui a nuestro dormitorio me desnudé completamente, me puse unas bonitas medias negras de liga y unos zapatos negros de tacón altisimos, volví a su estudio y me lo encontré con la polla completamente tiesa, se ve que la espectativa del rato que ibamos a pasar le excitaron terriblemente. Cuando entré había un montón de boligrafos esparcidos por el suelo y me dijo que los recogiera. Yo me puse de rodillas en el suelo recostada sobre mi mano izquierda mientras con la derecha recogía los boligrafos de forma que mi culo quedara frente a él, constantemente arqueaba mi espalda para que el culo se levantara unos centímetros y resultara más respingón. Cuando los tuve recogidos los dejé encima de la mesa al tiempo que los dejaba, como sin querer, restregaba la piel de mi nalga izquierda contra ...

... su pene.Cuando los hube dejado hice como que ordenaba el estudio, me aseguraba de tener que agacharme varias veces poniendome de cuclillas con mis piernas ligeramente separadas para que se viera la rajita de mi coño. Mientras el se acariciaba la polla. Pasados dos o tres minutos así, cogió otro billete con su mano derecha y me dijo: -Puta! ¿quieres un poco de dinero más?. Sin contestarle y sin necesidad de que me dijera nada me acerqué le gogí el billete, lo doble a lo largo como el otro y lo puse en la tira de silicona que sujetaba la media junto al que me había dado antes, exactamente igual como hacen los hombres con las strippers en las películas, me arrodillé delante, le desabroché el pantalón y mientras le acariciaba el abdomen con mis dos manos acerqué mi boca a su polla y empecé a chuparsela, estaba tan cachondo y tan lubricado que al minuto me caían por las comisuras de los labios la mezcla de mi saliva con su líquido.Después de unos minutos así, me levanté apoyé mis codos sobre su mesa y le ofrecí mi culo con las piernas rectas y ligeramente separadas, cuando se acercó y empezó a frotar su pene contra mi coño cerré las piernas y le dije que no tenía suficiente dinero. Me regaló otro billete y volví a la postura anterior, yo misma con mi mano derecha le cogí la polla y la acerqué a mi coño para que me pudiera follar. Mientras me follaba no paraba de decirme lo puta que era, que era una furcia barata, cuanto más me lo decía más me excitaba y más mojada estaba yo.Cuando ...