El poder de Osvaldo (1: Obediencia absoluta) por M
Fecha: 20/11/2017,
Categorías:
Masturbación
Tabú
Voyerismo
Autor: morbit, Fuente: xHamster
... hacerle sitio. Decía que quería dormir la siesta aunque en realidad solo estaba viendo su serial favorito todavía con el pijama puesto. A Osvaldo el corazón ya no le cabía en su pecho cuando escuchó el sonido de la puerta al cerrarse. Al fin estaban solos.Miró fijamente a su hermana, concentrándose en todo lo que había aprendido, y con voz decidida dijo:“-Levántate del sofá.”Inmediatamente su hermana se levantó del sofá y se quedó unos segundos de pié mirándole con cara de boba. Osvaldo no le dio tiempo a reaccionar ni a pensar en lo que había ocurrido e inmediatamente volvió a ordenarle:“-Vuelve a tumbarte en el sofá y duérmete.”Y Marta, sin decir ni una palabra, volvió a sentarse en aquel sofá, y se fue tumbando mientras empezaba a sentirse cada vez más relajada. Finalmente, cayó en un sueño profundo. Aquello estaba funcionando. Osvaldo sintió su pulso acelerarse y cómo su joven poya empezaba a endurecerse irremediablemente.“-¿Marta, puedes oírme,?”Prosiguió Osvaldo“-Sí.”Contestó una lacónica Marta.“-Bien, a partir de ahora estás bajo mi poder. Vas a hacer todo lo que yo te diga sin cuestionarlo. ¿Lo has entendido?”“-Sí, estoy bajo tu poder, haré todo lo que me digas sin cuestionármelo.”La expresión de la pequeña Marta no denotaba emoción alguna al repetir tan terribles palabras. La cara de Osvaldo, por el contrario, irradiaba satisfacción.“-Ahora eres mi esclava y lo único que existe en tu mente es satisfacer TODOS mis deseos. Será lo único en lo que puedas pensar ...
... siempre que nos quedemos solos.”“-Sí.”“-Sí, ¿qué?”Ésta vez tardo algo más de tiempo en responder mientras su joven cabecita se afanaba por encontrar la respuesta adecuada, aunque enseguida respondió:“-Sí, amo.”“-Bien, esclava. Ahora despierta y ejecuta todo lo que te he ordenado.”Marta abrió los ojos. Parecía consciente aunque algo en ella había cambiado. Su expresión al mirar a su hermano, ya no reflejaba esa inquina propia de las peleas de hermanos. Tampoco reflejaba cariño, iba más allá de eso. Lo que su expresión así como todo su cuerpo mostraba era una total sumisión.Osvaldo escudriñó a su hermana analizando con cuidado cada uno de sus gestos y expresiones. Temía que estuviera fingiendo. Sin embargo estos pensamientos se disiparon al observar la total entrega con que su hermana le observaba. Y decidió empezar su experimento con una orden directa y seca con la que llevaba semanas fantaseando.“-Desnúdate.”Y Marta lentamente comenzó a desabrochar los botones de la parte de arriba de su pijama. Osvaldo observó que, aun estando totalmente subyugada por su poder, su hermana todavía conservaba su carácter tímido. Una parte de ella seguía consciente y. a medida que sus dos puntiagudos pezones rosados asomaban por la abertura de su camisa, empezó a ruborizarse.Ella no dijo ni una palabra pero, al sacarse por completo la camisa de dormir, sus pómulos adquirieron un intenso color rojo y se le puso la piel de gallina. Se estaba acalorando. Y una pequeña lágrima de impotencia cruzó su ...