Secretos Anales De Carla 1: Vegetales y placeres
Fecha: 21/11/2017,
Categorías:
Anal
Fetichismo
Masturbación
Autor: dionysoz, Fuente: xHamster
... la cama para ponerse en cuclillas en el suelo. Engrasó sus nalgas, frotó su ano, introdujo los dedos hasta el tope. Primero metió un dedo que entró sin pena ni gloria. Luego metió dos más y antes de un minuto, empujaba sus cinco dedos con fuerza para dilatar su hoyo.Presionó con fuerza hasta que sintió los nudillos entrar. Un placentero gemido salió de su boca. Hace seis meses, ejecutar ese mismo proceso le tomaba más de media hora, pero con la práctica, ahora podía meter toda su mano en la mitad de tiempo.metió y sacó la mano entera varias veces, mientras se miraba en el espejo que hacia de puerta en su armario. Le encantaba verse. Aunque tenía una vasta colección de dildos, vibradores, plugs y demás parafernalia erótica, le gustaba experimentar con objetos irregulares, principalmente frutas y vegetales. Tomó la más pequeña de las berenjenas, la podía abarcar sin problemas entre su dedo pulgar y mayor, no era más grande que una polla en condiciones. Engrasó el vegetal y lo metió de un golpe en su culo, el tacto suave y resbaladizo eran perfectos para sus propósitos. Mantenía la mano fija, mientras subía y bajaba su culo. El calentamiento había terminado, era hora de entrar en materia. Sin sacarse la berenjena del culo, tomó otra, ésta era mucho más grande que la primera. No podía abarcarla en su mano derecha, quedaba un espacio de casi cuatro dedos. Ella sonrió. Liberó su hoyo de la primera berenjena. Metió los dedos en el tarro de lubricante y tomó una excesiva cantidad ...
... de grasa. Puso parte en el enorme vegetal, y la otra la distribuyó bondadosamente en su orificio. Se masturbó un poco con los dedos, el ojete estaba tan dilatado que producía unos sonidos viscosos bastante sonoros. Carla se vio al espero. A pesar de no tener nada encajado en el ano, éste seguía abierto. De su coño fluían hilillos de líquidos vaginales. Estaba totalmente impregnada de placer. Levantó sus talones y con ambas manos posicionó la berenjena a la entrada de su resbaloso culo. Tomó aire y empujó con fuerza apretando los dientes, el hoyo se negaba a recibir a semejante intruso, pero ella insistía con fuerza hasta que sintió con doloroso placer que su ano se expandía. La parte más estrecha de la punta se abría camino, Carla aflojó un poco la presión por un breve instante, para acto seguido empujarse la berenjena con más fuerza. La parte intermedia –la más ancha- entró abruptamente « ¡SÍ! ¡Oh Dios mío!» presionó un poco más hasta que su recto no pudo admitir un centímetro más del vegetal. Su respiración era agitada. Estaba al límite de la excitación. Se puso de pie, le era imposible tener las piernas cerradas. Su culo estaba lleno, al tope. Le temblaban las rodillas, tenía el pulso acelerado. Se acostó en la cama bocabajo, tomó un pequeño vibrador – del tamaño de un dedo más o menos- y con cierta dificultad, lo metió encendido en su coño. Después cogió un grueso consolador de goma y se lo metió en la boca hasta casi atragantarse con el. Estaba totalmente llena. Deseaba ...