1. Otro negrito en Cartagena


    Fecha: 28/11/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... su mano hasta tocar mis pezones. Lo hacía como sin querer... Mentiras si dijese que no me agradaba. Su pija estaba siempre más notoria en mi culo... Levanté levemente mi cola y, dos segundos después, me senté de nuevo para sentir su verga deslizar entre mis nalgas, cercana a mi agujerito. La sensación era increible !...
    
    Llegamos a su casa, situada en un barrio humilde. Entramos en el cuarto de estar, y Facundo (es su nombre) me dijo : "Sentite comodo, voy a ducharme y ya estoy con vos." Se veía en su boxer la protuberancia de su pene erecto... Me senté en un sillón, que daba a la puerta del baño. El entró, no cerró la puerta. Tomé la única revista sobre la mesa. Hice que leía... Observaba Facundo desnudo. Su cuerpo era hermoso, su cola rellena, su pene muy grande. Una verga todavía morcillona, seguramente debido al roce de mis nalgas durante el viaje en moto. Me gustaba de verdad su verga... Podía ver como enjabonaba sus nalgas, como jalaba de su pene lleno de jabon, y como este crecía, sin lograr una erección total. Tenía dos pelotas redondas, pesadas, colgantes. Un vello rizado cubría todo su vientre, desde debajo del ombligo hasta sus potentes muslos. "Si vas a ducharte ya, es mejor que entras ahora, el agua sale muy bien", me dijo cuando salía desnudo del baño. "Si. Gracias Facundo !" Yo entré, me desnudé delante de el, que todavia estaba secandose. Me molestaba un poco tener una erección, y me puse de espaldas a el. Sentía deseos de mostrarle más bien mi ...
    ... cola...
    
    El preparó unos tragos. Para salir me puse mi short de baño. Nos sentamos en dos sillones muy próximos. Yo no podía creer que me encontraba en la casa de ese pibe negro de labios ricos, pene grueso y cola hermosa. Facundo, con el correr del tiempo, comenzó a acercar cada vez más su sillón de mi. Mientras hablabamos, sus piernas rozaban las mías, y, en un momento, el negrito me abrazó al festejar un chiste mío, como quien abraza a un amigo. Pero dejó el brazo sobre mi hombro y comenzó a bajarlo hasta llegar a mis tetillas. Comenzó a rozarles suavemente, sin decir nada. Eso me calentó muchísimo. Yo puse mi mano sobre una de sus bellas piernas. El chico entendió que yo disfrutaba de aquello y comenzó a apretar más fuerte mis pezones, lo que me puso a mil. Su boca estaba cerca de la mía : no pude aguantar más aquello y mis labios se pegaron sobre los suyos. Comenzamos a darnos un rico y mordiente beso. Su lengua invadía mi boca. No podría describir mi felicidad de sentir nuestras lenguas luchar entre ellas y nuestras salivas mesclarse. De repente Facundo se levantó dejando su pene cerca de mi boca. Debajo de su short tenía una tremenda erección. Metí la mano por debajo y pude sentir esa rica verga entumecida y caliente. El negrito se quitó el short, ofreciendome su esplendida herramienta de macho. Yo estaba enloquecido. Me agaché y comenzé a pasar mi lengua por todo el largo de su miembro. Jugueteaba con su gran cabezota violácea. El joven negro gemía de placer y me decía que ...