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Carlos y Manuel...
Fecha: 22/11/2017, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... describía como le mamana la polla. Le pedía su leche. Le pedía que se corriese en mi cara. Y yo miraba como él se pajeaba furiosamente hasta correrse.Después, cambiábamos los papeles. Yo leía y me masturbaba mientras él escribía.Todo aquello me encantaba.Pasó lo que tenía que pasar. Empecé a sentir deseos. Deseos de hacer realidad todo aquello. Deseaba chuparle la polla. De conocer la sensación que produce tener la boca llena con una dura polla. Y que él me la chupase a mí.Durante varios días intenté decírselo. Los dos vivíamos en la misma ciudad. Los dos teníamos los mismos deseos. Nos gustaban las mismas cosas. Pero no me atrevía. Esperaba a correrme, pero entonces el deseo disminuía y aumentaba el miedo.Hasta que conseguí el valor suficiente. No me había corrido aún. Estaba muy caliente. Manuel se acababa de correr abundantemente y ahora esperaba a que yo me vaciase.-Manuel. ¿Te gustaría que nos viésemos en persona?-Joder, sí. Llevo días queriendo decírtelo. Pero no me atrevía.-Y yo. Uf... Lo deseo. Deseo...chuparte la polla.A pesar de acabar de correrse, se agarró la polla y se masturbó otra vez.-Ummmm Carlos. Y yo deseo chuparte la tuya.-¿Hasta que me corra?-Sí. Hasta que te corras en mi cara.Me corrí. A borbotones, gimiendo con fuerza aunque él no me oyera. Pero me veía. Veía mi cara de placer y mi polla escupiendo su leche. Recién acababa yo de correrme cuando su polla volvió a estallar. Se había corrido dos veces en pocos minutos.-Joder. Parece que estabas muy ...
... caliente. Manuel.-Uf, mucho.-¿Estás seguro de esto?-No. Pero... lo deseo.-Y yo. ¿Cuándo podríamos hacerlo?-Mañana me va bien.No esperaba algo tan precipitado. Pero si no lo hacíamos rápido, quizás nos arrepintiésemos.-Uf, mañana. Está bien. ¿Dónde?-En mi casa. Estaremos solos.-Dame la dirección. Y un teléfono.La primera vez que oí su voz fue a la mañana siguiente, cuando lo llamé al teléfono que me dio desde el portal de su casa.-Hola. Soy Carlos.-Hola. ¿Dónde estás?-Si apunté le dirección bien, en la puerta de tu casa.-Joder...-¿Quiere que...me vaya?-No, sube.Sonó el sonido de la puerta. Empujé y entré. Estaba muy nervioso. Todo mi cuerpo temblaba. ¿Qué coño estaba haciendo? ¿Me había vuelto loco? Llegué al ascensor y entré. Pulsé su piso.Fueron sólo cuatro pisos, pero se me hicieron eternos. Cuando salí, busqué con la mirada su puerta. Era la del medio. Me acerqué, tomé aire y toqué al timbre.La puerta se abrió. Y allí estaba él.-Hola Carlos. Pasa.Entré y él cerró la puerta tras de mí. Nos quedamos mirándonos. A él también se le veía nervioso, cortado, como yo.-Ven. Vayamos al salón.Lo seguí y nos sentamos en su sofá. Cada uno en un estreno.-Joder. Estoy hecho un flan.-Y yo.-¿Quieres tomar algo?-Agua por favor. Estoy seco.Se levantó y volvió al poco con un vaso de agua. Cuando me lo dio, nuestros dedos se tocaron por primera vez. Se volvió a sentar al otro extremo del sofá.Bebí toda el agua. La necesitaba. Miré el vaso. Lo giré. No sabía que decir. Él tampoco.Pasaron unos segundo ...