Un compañero especial 2 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 2

... me desespera, poneme la de una vez por favor!!! Le imploré al macho que tenía encima mío. Y el muy hijo de mil puta, seguía con su plan de hacerme desear. Cuando me tuvo derretido casi por completo, me la metió de un solo empujón, haciendo estrellar sus huevos contra mis nalgas, produciendo en mí un alarido desgarrador diciéndole aaaaaaayyyyyyyy, hijo de re 1000 putas!!! Y ahí comenzó el serrucheo infernal, parecía un pistón con la velocidad que entraba y salía de mi cola. Mis rodillas las tenía a la altura de mis hombros mis brazos lo abrazaban por la espalda, el pasó sus brazos por debajo de mis axilas tomándome los hombros e introducía su lengua hasta mi garganta!! Por momentos parecía que se impulsaba con sus rodillas para saltar e introducir aún más su poronga dentro de mi orto . Para ese momento yo estaba en el mejor de los mundos!! No quería que parase recogerme, estaba entregado por completo en cuerpo mente a ese peruano qué iba a hacer de mí lo que a él se le antoje. Me estaba cogiendo como a una loca. Dejó de besarme, apretó los dientes y cerró sus ojos, estaba bañado en transpiración, ahí comprendí que este peruano ...

... loco estaba por eyacular dentro de mi orto, al instante que puse mi mano derecha entremedio nuestro para comenzar a masturbarme, y así fue el peruano explotó y yo también!!! El descargo su esperma en mi orto y yo con el mío bañe nuestras panzas!!!. Brian cayó exhausto encima mío, su hija salió casi flácida de mi cola chorreante. Nos dormimos profundamente, ambos desnudos, pero esta vez habíamos tomado la precaución de poner una alarma para despertarnos y bajar la mercadería cuando abriera el negocio. Y así fue, nos cambiamos entregamos la mercadería y salimos rumbo a Buenos Aires. Pero esta vez, en el camino charlamos un montón. Sobre lo que habíamos hecho, cómo le habíamos hecho, lo que le gustaba a él y y lo que empezaba yo a descubrir de todo lo que me gustaba. Cuando estábamos llegando a la base un sentimiento de angustia me invadió, claro!! Hoy era viernes y mañana sábado y hasta el lunes no vería a mi hombre. Cuando nos despedimos, nos saludamos como de costumbre y Brian me susurra al oído,  te voy a extrañar todo el fin de semana. Eso me produjo una casi congoja,. Subí al colectivo y partí hacia mi casa... Continuara...