Nunca sabes cómo acabará la noche
Fecha: 23/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Voyerismo
Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos
... contenía tres plug’s anales de diferentes tamaños- Es lo último que comercializan esos dos. ¿Qué te parece? -mirando lujurioso hacia el escenario. Javier cogió la caja y eligió. Era el más grande de los tres. Tendría unos 10 o 12 cm de largo y un buen calibre. Era negro. Pero lo más curioso era esa cola que colgaba. Era como de un palmo y medio, más o menos, de un pelo marrón rojizo muy espeso, gruesa y con una punta totalmente blanca en su extremo. No había ninguna duda, era una cola de zorro. Pero hoy no. Hoy sería para nosotras, hoy sería una cola de zorra. .-Juan, Pedro, tenemos que comprobar la calidad de estos nuevos productos. –les dijo enseñándoles los plug’s. .-Ok. -Juan sacando su polla de mi boca- Pongámoslas frente a Javier y Ramón. Pedro seguía follándome sin darse por aludido. Tres o cuatro embestidas más y la sacó. Nos colocaron a cuatro patas con las caras apoyadas en el suelo mirándonos la una a la otra. Separaron nuestras rodillas generosamente, quedando nuestros culos elevados y expuestos. Justo detrás de mí, bajo el escenario, estaba Ramón. Javier tenía a Carla en la misma situación. Mientras ellos untaban con gel los plug’s y también nuestros culos, Pedro aprovechó para desnudarse. .-Creo que ya están bien lubricadas. –dijo Javier dando una palmada en el comprometido culo. .-Sí. –replicó Ramón. Por suerte para mí el más largo y gordo era el de Javier. Juan apoyó sus manos sobre mi culo y lo abrió generosamente. Uno de sus dedos giraba al alrededor de mi ...
... agujero y se colaba débilmente. Cada vuelta, cada giro alrededor de mi ano, acababa con su dedo dentro, cada vez un poco más profundo. Un dedo de su otra mano se unió en las caricias y acabó junto a su compañero. Dentro de mí. Ahora además de penetrarme me separaban desde el interior. Carla recibía de Pedro un tratamiento similar. Y llegó el momento. Ramón apoyo la punta del plug presionando mi ano y rotándolo en vaivén sin prisas. Poco a poco iba desapareciendo. Tenía cierto temor. No era mi primera vez, pero lo había hecho en pocas ocasiones. Intenté relajarme. Cuando su parte más gruesa pasó el anillo anal lo engullí. Al instante solté una queja, más de sorpresa que de molestia. La sensación era agradable, iba acompañada de unas débiles cosquillas que los pelos de la cola me producían al rozar mis labios. Carla me miraba, aún no habían empezado con ella. Pero duro poco su espera. Javier alertando a Pedro, inició la incursión. Tenía el culo muy abierto y su agujero era muy visible. Seguro que formaba parte de sus prácticas habituales. Mejor para ella viendo el tamaño de semejante monstruo. Y también para mi marido que nunca había jugado con uno de semejante tamaño. Imitó a Ramón en sus movimientos. Sin prisas. Según me comentó después, tenía que hacer mucha fuerza para poder seguir avanzando. Lo sacó. .-Es muy grueso. -dijo mirando a Ramón- Temo hacerle daño. .-No te preocupes. Se ha comido de más grandes. .-Sí, sí, sigue. –Carla alentando a Javier. Volvió a introducirlo y ...