Mario, el mejor amigo de mi hermano 2. - Relatos Eróticos

Mario, el mejor amigo de mi hermano 2.

Habían pasado 8 días desde que pasé la noche con Mario. Fue mi mejor semana. 
Mi hermano siempre contaba que Mario tomaba mucho del pelo, es decir, hacia bromas y comentarios jocosos. Era fin de semana y después de varios días, yo estaba de nuevo en casa. Salí a dar una vuelta por el Parque, hablé con un par de viejos amigos y al caer la tarde iba de regreso a mi casa.

Iba por una calle poco transitada cuando una moto detrás de mí pitando. Miré y era él...era Mario: llevaba una shor corto, le quedaba a medio muslo, o mas arriba creo,  y una camisilla blanca. 

- entonces, parcero?  Lo acerco a su casa o qué?
- hola mono, cómo estás? (Pues estaba deliciosos el hijueputa-papasote)
- bien, bien...y vos qué? Todo bien? 
- todo bien -dije. 

Yo llevaba puesto un jeans y una camisa. El jeans marcaba bien chimba el culo y Mario lo notó...eso me encantó. Se acercó un poco y habló en voz más baja y cómplice:
- camine papi, súbase y lo llevo, Depronto algún hijieputa le echa mano a ese culo! 
- jajajaja....tan güevón!! 
- súbase o lo subo! -me retó - además hace 8 días tuve que salir muy temprano y en la mesita de noche le dejé un papel con mi número y usted ni me llamó ni me escribió, qué pasó? 
- nada -le dije- si tantas ganas tenía chatear conmigo, por qué no le dijo a mi hermano que le diera mi número?
- ahhh, pero este man tan complicado...ahora me lo da y listo. Súbase. 
- Me subo, pero le dejo la tarea de averiguar mi número. Usted verá.
- jajajajaja! ...

... Malparido, qué querés que le diga a tu hermano, ahh? 
- ese es su problema - lo reté! 
- ahh, y vos crees que no soy capaz de averiguarlo...súbase a la moto que yo me encargo de eso.

La verdad había estado muy tentado a escribirle, pensé en él cada puto segundo que pasaba. Pero no quería ser imprudente o intenso...

Me subí a La moto, y me sentí seguro, en paz...tranquilo. 

- a dónde lo llevo papi?
- no sé! - le respondí. 
-ahh...póngase a mariquiar conmigo que me lo llevo a cualquier antro por ahí y le pego una culiada bien hijueputa.

La verdad, esta es una ciudad muy pequeña, no hay lugares discretos donde pasar desapercibidos. 
- pues todo el mundo se daría cuenta -le dije.
- igual ese culazo es mío....o no?

Le sonreí - ahh..no güevonié, lléveme a mi casa! 
Arrancó la moto y me decía:
 -si o no?
- qué? - pregunté.
- ese culo es mio o no?

Lo dijo como si se estuviera burlando de mí, tomándome del pelo, así que le seguí la corriente, le mandé la mano al paquete, se lo agarré, obvio no me cupo en mi mano, pero la sensación era deliciosa. Le dije:
- si esto es mío...la respuesta es sí!

Mario se asaró, se puso nervioso. Iba conduciendo la moto y miraba para todos lados:
- pilas, pilas marica. Qué estás haciendo? 
- respondeme... - le dije.
  Le empecé a amasar ese bulto. Él soltaba la mano del manubrio de la moto y quitaba la mía de su paquete -dejá eso hijueputa, nos van a ver - yo solté a reirme. Volví y cogí su bulto. La cuestión es que ahora estaba ...