Noelia, mi adorable sirvientita. - Relatos Eróticos

Noelia, mi adorable sirvientita.

... me la tire por el culito, esa vez la hice  llorar bastante a mi sirvientita, aunque después ella misma me pidió que le meta “por atrás”, esa noche se deshizo de placer, le gustó que le ancheen el culo, Noelia se volvió muy arrecha, solo quería  tirar como sea y donde sea y por cualquiera de sus huecos, algunos domingos, cuando salía en su permiso, nos encontrábamos en algún alojamiento de la  Buenos Aires, y el sexo ya era total, por el cocho, por el culito, poses, etc, el tirar con Noelia me sirvió de experiencia para tener sexo con otras chicas.                                                                                                                                                                              Lo mas interesante fue cuando le hice probar yerba en galletas  sin que lo supiera, esa vez Noelia se dejo ver al natural, estábamos solos en mi casa y totalmente desnudos, la cholita no entendia lo que pasaba y su arrechera explotó,  chupaba mi verga, mis huevos, ella misma se metio mi verga al culito, ese dia me la tire mas de 3 veces, la yerba le ...

... gustó, desde ese dia, siempre trataba de invitarle algo de yerba, pues sabia que la cholita se enloquecia  por completo, logrando tener un sexo fabuloso.                                                                                                                                                                              Noelia estuvo mas de 4 años trabajando en mi casa, todo fue de maravilla hasta que un mecánico del taller de mi padre se la robó para casarse con ella, actualmente es una señora con 3 hijos y un buen hogar.  Por mi parte, tuve una vida amorosa pésima, el amor de mi vida se murió, estuve preso varias veces por drogas, luego me casé con una buena mujer, tengo 2 hijos, pero  viven en otro país con su madre, ya que me dejó  por mis problemas con drogas, pues tanto consumirlas me afectó tanto y resulta  que ahora soy gay, ya no tengo vergüenza, pues salí del ropero hace años, sigo viviendo en La Paz, y vivo con mi pareja, German Quintanilla, otro ex drogadicto que desea sacarme de mi vicio y trata de que me reintegre de nuevo a la sociedad.