Un compañero especial 8 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 8

... y me saludó pero yo me daba cuenta que el algo había visto. Mañana nos vemos le dije y entré en casa. Me puse completamente en bolas, y me acosté en la cama, y de morboso nomás que soy, me volví a poner la tanga negra. Prendí la tele y me puse a mirar un rato. Cuando otra vez golpean mi puerta, era Hugo, apenas en torne la puerta y por el hueco asomé la cabeza y le pregunté sí, qué necesitas?? Perdona que te moleste, pero recién mi tía me mandó a comprar sal y el almacén estaba cerrado, vos me podrías dar un poco? Claro, le dije. Ya te traigo dejé la puerta apenas entornada, a propósito, para que apenas se abrieron un poco más de lo que yo la había dejado, sería para que hubo me viera de espalda y en tanga ir caminando para la cocina, seguramente fue así porque cuando traje La tacita con sal, yo hice que me había sorprendido porque la puerta estaba casi abierta, y me hacía el que estaba avergonzado por cómo estaba vestido solamente con esa tanga, esboce una sonrisa nerviosa, me apoye detrás de la puerta estire el brazo y la y La tacita con sal, toma ,nos vemos mañana, le dije. Y el chico, seguramente avergonzado, me saludó mirando el piso y se fue. Lo raro es qué por qué, yo estaba actuando de esa forma, como que estaba provocando a este chico, sería por lo lindo, por lo chico o porque me gustaría?? Estaba actuando como una atorranta!!! Se acababa de ir el tipo que me había cogido todo el fin de semana y yo estaba tratando de provocar a un chico de 21 años mostrándole mi culo entangado. Me estaría convirtiendo en una trola de mierda??? Pero había algo en ese chico que me llamaba mucho la atención, el rubio ,esos ojos y ese color bronceado. Bueno ya me sacaría la duda con el transcurrir de los días. Continuará.