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Sacro y profano
Fecha: 08/02/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Xavi, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Paso a relatar parte de la historia de mi vida momentos de placer muy intenso a pesar o gracias a un entorno religioso. Cuando tenía 15 años podía considerarme un pajero habitual me hacía unas pajas fenomenales tres veces por semana mis sacudidas orgasmicas eran intensas con chorros potentes de semen siempre espeso y abundante hasta ocho descargas de leche. Me encantaba descargar los huevos en ese entonces mi técnica de pajas era muy simple cuando estaba arrecho y no podía más me bajaba los pantalones y me echaba boca abajo frotando mi pinga en el colchón luego me bajaba los calzoncillos y colocaba una almohada para frotarla con mi pinga acomodaba mis huevos y los sobaba con la almohada seguía así moviendome hasta soltar toda mi leche. Muchas veces manche las sábanas con semen de las pajas que me hacia. En ese entonces después de una o dos pajas me confesaba por masturbarme aunque pasados algunos días volvía a tener ganas y no podía más volvía a echarme boca abajo y a moverme y disfrutar era tan rico hacerlo después de unos días de abstinencia. Una vez me confesé y el padre me dijo que pueda que yo producía mucho semen y eso hacia que me masturbe tan seguido. Todos los chicos pajeros de mi edad nos confesabamos con ese padre porque era más cercano y comprensivo. Me daban unas ganas locas de volver a eyacular aveces tomaba mi semen con los dedos y lo saboreaba cosa que comencé hacer un año antes, aveces tenia el semen más espeso y hasta con grumos gelatinosos ...
... otras más suelto y pasaba mi lengua para lamerlo todo cuando me vaceaba en la almohada sentía como deslizaba por mi garganta ese sabor único de semen espeso. Muchas veces en misa se me paraba la pinga por largo rato o recordaba las pajas que me hacia o me venían ganas de ir a mi cuarto y pajearme bien. En una ocasión ya unos años después viví en una comunidad religiosa en el distrito de Jesús María en Lima cerca a la avenida Salaverry llevaba días sin paja luchando con las ganas de una buena corrida tenia los huevos bien cargados y una sensación de placer muy suave en mi pinga cuando se me paraba dejaba pegoteado el calzoncillo. Ya había pasado varios días así, esa noche me duermo como cualquier otra noche con pijama, hacia la madrugada me despierto con la pinga bien dura y esa sensación de placer recorriendo mi pene y huevos no pude más y giré ya boca abajo me quede quieto disfrutando de la sensación luego empecé a mover mi pinga suavemente me acomode los huevos seguí moviendome con suavidad hasta que continúe más profundo solté chorros de leche deje mis calzoncillos con un charco de semen y como mi pinga salia del calzoncillo también manche la sabana con semen ya que la cabeza de mi pinga parada sobresalía de los calzoncillos deje bastante semen en la sabana. Cuando acabe solo me reincorpore y me dormí con el calzoncillo con semen tuve una corrida deliciosa. Al día siguiente le pido a padre RG salir a confesarme él acepta, luego ese mismo día ya de noche me ...