Mi ahijado Joaquín 3 - Relatos Eróticos

Mi ahijado Joaquín 3

Ya había logrado que mi ahijado chupe pinga y trague semen para su corta edad no se negó en tragar mi leche espesa y tragar todos mis chorros de lechada tenia muchos proyectos con él convertirlo poco a poco en una perra sumisa obediente,  por lo pronto lo tenia de saca leche.

La imbecil de su madre no se daba ni cuenta cuando yo manoseada el culito de su hijo o el me tocaba la pinga, iba a visitarlo dos veces por semana cuando ya tenía bien cargados los huevos para que trague mi lechita. 

Aveces la estúpida perra de su madre nos dejaba solos o me dejaba cuidando al pequeño y yo le daba el mejor de los cuidados lo ponía en cuatro y frotaba mi pinga en sus nalgas le lámia el ano bien arrecho y el se retorcia de placer separaba sus nalgas y le daba lenguasos bien ricos.

También le frotaba mi pinga y huevos por la cara lo tomaba de costado y punteaba bien rico su culo tan pequeño y mi pinga gruesa velluda bien dura babeando. 

Me arrechaba cuando obedecía y le pedía una mamada de pinga se prendía a mi pichula y chupaba sediento de semen no la soltaba aunque no le entraba toda en la boca yo frotaba mi cabezón en sus labios ...

... húmedos y hacia que lama mi precum pegajoso. 

El disfrutaba lamiendo el precum era un diamante en bruto tenia todas las condiciones para ser una perra viciosa traga semen y notaba que disfrutaba de lo que hacíamos. 

La imbecil de su madre siempre salia a perder el tiempo se daba de santa pero era una concha abierta se la cacho un tipo que apenas conocía y le dejo la concha enlechada así parió a su hijo el padre nunca se hizo cargo del niño porque tenía otra mujer e hija pero la imbecil de mi amiga le daba lo mismo porque quería pinga y más pinga y el se la cachaba cuando quería y sin condon. 

Después esta amiga estuvo pasando hambre y dando lastima a todos muchos la miraban como la perra que es además de ser una vaga y mantenida ya era de esperar que termine preñada por cualquiera.

Cuando me quedaba solo con el bastardito lo manoseada bien le metía la mano al culo y con un dedo le estimulaba el huequito le ponía saliva para que sienta rico después le lamia bien el culo en cuatro patas y con las piernas abiertas él ponía carita de placer cuando le lengueteaba el ano lo chupaba bien con los labios y volvía a lamer.