El albanil marroqui. (Segunda parte) - Relatos Eróticos

El albanil marroqui. (Segunda parte)

... cuerpos de Kacem y de Mehdi me hacían revivir los inolvidables momentos de gozo cuando Kacem se apoderaba de mi, y que sentía su sexo llenar mis entrañas... Por la primera vez en mi vida, un macho me había follado con ganas, con desesperación, como si fuera su hembra. Y por primera vez yo había sentido un falo abriéndome en dos, entrando verdaderamente adentro, muy adentro. Creo que Kacem y yo pasamos juntos noches de puro placer. Los dos, creo, hemos gozado como jamás, y, por mi parte, como jamás pensé que podría hacerlo con un hombre. Con Kacem, por primera vez supe lo que era que te dieran por el culo, y supe también lo que era chupar una verga de campeonato... En el camino a su casa pensé que de nuevo había llegado el momento de sentir otra vez el placer de ser penetrado por un verdadero macho... Quizás por dos machos...

La casa familiar era un edificio bajo, blanco, con una terraza en lugar de techo. Unos árboles al frente. Una pérgola daba un poco de sombra. Cerca, un recinto con un rebaño de cabras y unas ovejas. Alrededor de la casa olivos y algunos otros árboles frutales. El sonido del motor sacó a un hombre. "Mi padre", dijo Kacem. Inmediatamente el hombre, en sus cincuenta años, vino a saludarnos, tomando una de mis manos entre las suyas, y hablandome en un idioma que no entendía. "Te da la bienvenida", me explicó Kacem. Fue después el turno de la madre, mujer bajita, muy dulce. Inmediatamente ella sugirió que nos sentaramos a comer. Sólo Kacem, Mehdi y yo ...

... disfrutamos de los deliciosos platos que había preparados para nosotros. Después de la comída, cuando estaba casi oscuro, Kacem me llevó a nuestra habitación. Entramos por la parte de atrás de la casa. Un dormitorio grande, separado del resto de la casa, con un baño moderno."Soy yo que lo hice", me dice Kacem con orgullo. La habitación había dos camas. "Esa es la cama de Mehdi, pero ahora es la tuya, mi hermano va a dormir, atrás, en otra habitación más pequeña". Me hizo un guiño y me dijo : "Así los dos estaremos más tranquilos... Mehdi quizás podrá oirnos... pero no mis padres..." Y mi amante acompañó su comentario con una bofetada en mis nalgas. "Estas listo, papito, para esta noche?... Yo no puedo resistirme más !... Hace meses que no follo!... Cuidado con tu culito !..."

Fuimos a dar la vuelta alrededor de la casa, también a ver el rebaño. Y luego de un corto paseo en las inmediaciones nos fuimos a casa de nuevo. Con el pretexto de que debía haber estado muy cansado por el viaje, Kacem anunció a todos que yo necesitaba reposo...

Cuando estabamos entrando en el cuarto sentí su mano en mis nalgas, como las cogía fuerte, sintiendo las puntas de sus dedos al lado de mi agujerito. En verdad esa mano me magreaba con gusto todo el culo. Kacem me empujo para que me tumbara en la primera cama, haciendo que me quedara a cuatro patas con mis manos en la cama y mis piernas por fuera. Sus dedos retiraron mi pantalón y mi boxer, y fueron directamente a mi agujerito, penetrandome con ...