1. El albañil marroqui. (Tercera parte)


    Fecha: 24/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... los machos berberes...
    
    De hecho por la noche cuando llegó el momento de irse a la cama, Kacem, naturalmente se fué a la pequeña habitación, la de atrás de la casa, y Mehdi entró conmigo en la habitación de dos camas... Yo estaba muy emocionado al encontrarme solo con ese hermoso espécimen de joven macho, con su físico tan sexy... Todo el día, sabiendo que Mehdi remplazaría a su hermano, no había dejado de mirar el enorme paquete que inflaba sus vaqueros, preguntándome : Estará tan bien dotado como su mayor ?
    
    Sentía como el joven estaba intimidado. Sin decir una palabra él se quitó los zapatos y, sin desnudarse, se acostó, los brazos doblados bajo el cuello. Para romper el hielo, me senté a su lado en la cama y agarré su paquete, empezando a manosear su polla a través el tejido de los jeans. Sentía su miembro bastante grueso, largo. El tamaño me asombró, pero mayor aún fué mi sorpresa cuando empecé a bajar sus vaqueros junto con su boxer hasta sus muslos. Apareció un miembro enorme de 21 o 22 centimetros, extremadamente grueso, ya erecto... Me pareció más grande de la herramienta, sin embargo impresionante, de su hermano. Me hizo dudar unos segundos de si podría mamarlo, y aún màs ser penetrado por un pollón de ese tamaño.
    
    Me levanté y me acerqué a su cara. Mientras lo besaba desenfrenadamente, lo empujé dejandome caer sobre él. Olía exquisito, olor a sudor pero a la vez limpio, sobretodo olor a macho... Empecé a pajear su miembro y a pasarle lentamente la ...
    ... lengua desde los huevos, enormes y sin vello, hasta la cabeza. Sentía como se endurecía en mi mano... Lo introduje en mi boca lo mejor que pude. Intentaba que sus huevos venieran chocar mi cara, pero fué imposible, no podía tragar ese trozo de carne fenomenal ! El joven berber gemía y me hablaba en su idioma. Pienso que me estaba tratando de puta, o de perra, o peor !. Mientras chupaba y chupaba cada centimetro de carne que estaba entre mis manos y mi boca, mi lengua rodeaba su glande y lo lamia pasando la punta de tal forma que Mehdi se retorcía de placer...
    
    El joven me pidió que nos pusiéramos en la posición del 69, conmigo encima. Nos pusimos de tal manera que él tenía una vista realmente interesante de mi bonito culo y de mi ojete, mientras que yo tenía su rabo frente a mi nariz. Mehdi empezó a chuparme el ojete. Lectores, no lo van a creer : pero sí, ese chico, tan macho, y seguramente hetero, me estaba haciendo un beso negro !! Su hermano mayor nunca me lo había hecho... Muero de placer, empiezo a tragar su pollón... Su miembro se había convertido en mi droga. Mehdi alternaba los lengüetazos con la metida de algún dedo en mi ano. Yo empecé hacer lo propio, y mientras se lo mamaba, le empecé a masajear el huequito, masaje que acabó con un par de dedos entrando y saliendo sin parar del agujerito del joven berber.
    
    Mehdi viendo que se iba a correr en breve (y eso no podía ser !, antes debía darme, como buen macho, mi ración de sexo anal...), él empezó a penetrarme más ...