MI VIDA EN EL SEXO GAY - 24
Fecha: 08/04/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... una mano y me dijo, ya vamos a esperar un rato para volver a cacharte, como mi ano me dolía yo le dije, ya no me duele mi ano, me lo has metido fuerte y al seco, eso que tiene que ver, por eso soy tu cachero no me dijo Juan, ya no quiero me voy le contesté, ya entonces antes que te vayas sácame la leche con tu boca y te vas me dijo Juan, como no quería que me lo meta otra vez, no me quedó otra y le chupé su pinga hasta que se vasio dentro de mi boca y me izo tomar toda su leche, acabo y me dijo, ya ahora sí te puedes ir cabrito, yo me puse mi short y me fui para mí cuarto.
Desde, ese día Juan cada dos días me decía que vaya a su colchón para cacharme, por lo que yo iba, cada vez me trataba peor, me la metía al seco, se vasiaba de ahí tenía que chuparle la pinga hasta que se vasee otra vez y tomar su leche, hasta que ya después de más de un mes yá no le importaba que los demás se despierten cuando me cachaba, hasta me lo hacía sin la frazada encima que nos cubra, eso me molestó a mi que un día le dije que ya no iba a ir a su colchón, porque cualquier día se podían despertar los otros, pero lo que me dijo Juan me dejó sorprendido, pero si éso es lo que les gusta a los demás, porque mientras yo te estoy cachando, ellos se van pajeando, osea que están despiertos cuando estoy ahí le contesté, si pues por eso te espero mañana me dijo Juan, pero ese mismo día, me mandaron de patrulla ala sierra por dos meses, cuando regrese después de dos meses, me dí con la sorpresa que a Juan ...
... con todos los que estaban en su cuadra los abian cambiado o relevados, encontré a nuevos soldados en la base cuando regrese.
Ese mismo día que regrese a la base me puse a tomar con varios colegas, regrese a la base, borracho me meti a la almacén donde estaba mi colchón dónde dormía, pero al entrar a la almacén me dí con la novedad que un sargento también estaba durmiendo en la almacén, su colchón estaba al frente del mío, a este sargento le decían pecho de toro, porque era de cuerpo bien ancho, que parecía un toro, de piel trigueña, lampiño, nada guapo de cara y como era de la sierra del Perú, se le notaba bastante, yo no le di importancia, me puse mi short y polo, me eche a dormir, pero como estaba borracho, me entró ganas de que me cachen, tenía dos meses sin hacer nada, me puse a pensar a quien le podía decir para que me cache ya que Juan ya no estaba en la base, más aparte que los demás soldados que sabían lo mío igual abian sidos cambiados en éstos dos meses, los que abian quedado que sabían lo mío, estaban de servicio, imposible decir a uno de ellos, pasaba los minutos y no daba a quien decirle y las ganas de que me cachen aumentaba, que no me quedó otra que tener que decirle a pecho de toro, que no me gustaba para nada, sexualmente, pero no tenía a otro más que a él.
Me, levanté de mi colchón y me acerque al colchón de pecho de toro, sin hacer ruido, una vez al lado de él, empecé acariciar su pinga por encima de su sabana, él no despertaba, por lo que me fui ...