De casera en Buenos Aires - Relatos Eróticos

De casera en Buenos Aires

... me sentaba si miraba bien se veía mi conchita cubierta por la tela negra de mi lencería, y las medias color tostado sumado a unas sandalias con taco aguja que estilizaban mis piernas y mi figura permitían imaginar que estaba necesitada de algo mas que cariño. José llego unos 10 minutos después de lo convenido, tuve que bajar a abrir la puerta del edificio y pude notar que cuando José me vio acercándome, sus ojos comenzaron a desvestirme, el con su jeans gastado y marcado por el trabajo, con una camisa abierta que dejaba ver el pecho duro y lleno de bellos pelos que lo cubrían. Al abrir la puerta se sonrojo por como me miraba, lo bese muy cercano a la comisura de los labios como si me hubiera corrido sin darme cuenta y para hacerle sentir el perfume de mi cuerpo. Subimos al ascensor y le comente que estaba muy transpirado que seria mejor que se diera una ducha y así comenzaríamos mas fresco y atento, que le prestaría una bata hasta que se fuera. Creo que ese comentario ya le paro su herramienta y … cuando salio del baño con la bata … estaba para chuparlo todo, creo que ya me estaba mojando y pensando como me iba a coger…. Me acerque a el y sin miramientos ni demoras baje mi mano buscando su pene, que casi sobresalía de esa bata de toalla, creo ...

... que lo esperaba, porque inmediatamente tomo mis pechos y los apretujo diciendo: … “Que putita resultaste ser”, mi vieja le tiene prohibido a mi papá que te atienda por la pinta de chupa pija que tenes”. Me levanto el vestido y comenzó a sobarme la conchita y a tratar de sacar el vestido que estaba tan ajustado, yo lo dejaba hacer y cuando lo logro se prendió a mis tetas como un BB desesperado, chupaba y buscaba con sus dedos entrar a mi conchita. Ya estaba la bata en el suelo y mi ropa también, lo atraje hasta cerca de la ventana del balcón para que algún curioso de otro edificio se deleitara mirando, no tenia mucha paciencia y apenas pudo quiso calzarme su pija en la conchita, por eso apresurada busque un condón y con mi boca se lo puse. Me dio vuelta y sin pensarlo sentí como de un golpe entraba su cabeza y seguía un tronco desesperado, me bombeaba como si fuera la última vez y al poco rato sentía como se aferraba a mis nalgas y comenzaba a jadear mas fuerte… estaba acabado y yo… queriendo que siguiera. Su pija comenzó a salir y yo inmediatamente, le saque el forro y le comencé a pajear esa pija rica para que me diera, cuando se volvió a poner dura le puse un condón y lo senté para poder cabalgarlo, única manera que pueda acabar yo también.