Mi querida hermanastra - Relatos Eróticos

Mi querida hermanastra

Todo comenzó cuando mi hermanita querida le daba por jugar mucho conmigo a hacerme cosquillas o algo por el estilo ella siempre buscaba restregarse conmigo, yo viendo esto como algo normal solo seguía el "juego de niños" que al final resulto de amantes. Pasaron un par de años para cuando mi hermana comenzó a fijarse mas en los hombres y resulto que su ídolo o proeza de hombre era su hermano mayor (o sea yo) lo cual yo lo tome como algo normal ya que las niñas de su edad se ponen loquitas con cualquier hombre que sea tantito popular. Seguía ella con sus juegos y me buscaba más y más, hasta que después de un rato de estarla viendo como crecía y se desarrollaba más sus roces me ponían caliente y hacían que mi pene endureciera. Cada día era mas un poco mas y así siguió hasta que yo no pude seguir con el chiste y tuve que hacer el verdadero "juego" y atacaba ahora y la aventaba según para tirarla en la cama y hacerle cosquillas. De un momento a otro ella no respondía con risas mis intentos por hacer cosquillas así que me dispuse a explorar por otros lugares para ver si era que reaccionaba y me atrevía un poco mas y un poco mas; me daba un poco de miedo puesto quería que no fuera algo a la fuerza (violación) o algo que no fuera gustoso para ambas partes. El juego siguió así hasta que le dije que como ya no tenia cosquillas y se había portado mal le levante la falda de la escuela y le di unas nalgadas ella como apenada y a la vez excitada se quiso safar pero no pudo y lo único que ...

... hice fue ponerle el calzón como si fuera hilo dental y así le volví acomodar otra nalgada. Hasta ahí llegamos ese día. A la semana siguiente, ya por la noche, subió a buscarme (como ya era su costumbre) y según yo me encontraba viendo la tele y ella para buscar que la tocara solo dijo: No me dijo dos veces y trate de hacer como si siguiera el juego lo cual fue mentira puesto que en cuanto se acostó lo único que hice fue manosearla de principio a fin, empecé agarrandole sus pechos, ella no dijo nada, después fueron sus nalgas y tampoco dijo nada entonces no podía desaprovechar esa oportunidad y metí mi mano por debajo de su playera y acaricie sus hermosos senos que aunque pequeños duros y redondos ella ya tenia lo que quería así que solo dejo que yo siguiera haciendo con ella lo que yo quisiera, una vez que me di mas valor baje mi mano y le agarre su vagina estaba húmeda la cabrona, ya se había mojado parecía como si ya lo hubiera hecho antes. Ya excitado por tal situación le baje sus pantalones con todo y calzón y comencé a hacerle sexo con la lengua lo cual ella no parecía despreciarle solo veía como gemía y daba pequeños retorcijones, me encanto el cuadro así que no pude esperar mas y le metí un dedo por su ano y aquí de nuevo una sorpresa entro como mantequilla sin ningún problema y le encantaba a la perrita esta. Me dio miedo desvirginarla puesto que nuestros padres estaban a unos cuantos metros y no me hubiera gustado que nos vieran en esa escena así que para sacar toda ...