1. La gata y la perra


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Transexuales Autor: chicochica, Fuente: SexoSinTabues

    ... buró. Me acerqué lentamente a él, nos abrazamos y juntamos nuestros labios con besos cortos de "piquito", bailamos aunque no había música y empezamos a besarnos ya bien, chocando nuestras lenguas, primero en su boca, luego en la mía; acaricié su cuello, llevé mi mano hacia su nuca, depués al cabello y presioné su cara contra la mía, no quería que dejara de besarme; él llevó su mano izquierda a mi cintura y la derecha directamente a mis nalgas, me cargó y me llevó junto a la cama. Igual que el día anterior, me pidió que le avisara si estaba a punto de terminar para hacer una pausa y prolongar el placer; me puso en cuatro, bajando la tanga con sus dientes, besando mis nalgas y luego lamiendo mi ano, era la primera vez que lo hacía y me encantó sentir su lengua en mi culito. Me mostró cómo se ponía los guantes de látex, los llenó de lubricante y comenzó a dilatarme; me preguntó con qué me gustaría comenzar y opté por las bolas; las tomó del buró, me las mostró, eran tres y estaban unidas como con un cordón; vi cómo las lubricaba y después sentí como las introducía una por una en mis entrañas, arrancándome gemidos de inmenso placer tanto al entrar como al salir; estuve a punto de terminar varias veces con ese divino juguete. Después fue el turno de un consolador pequeño, sin vibrador, pero con textura y muy placentero; el último fue un vibrador muy grande que hasta me dio miedo, pero dada mi lubricación y dilatación, no batalló para introducirlo completo; lo encendió y sentí un ...
    ... calor infernal, un placer intenso, tanto que no tuve oportunidad de avisarle que estaba a punto de eyacular, pero por mis gritos, él dedujo que había pasado. - ¡Pinche gata! - profirió mientras me propinaba sonora y dolorosa nalgada - no te di permiso de terminar, tenías que avisarme - Perdóname, corazón, no pude evitarlo - Zorra, yo quería que terminaramos al mismo tiempo - No te preocupes, amor, aún sigo excitada y sé que todavía podemos lograrlo - Más te vale - otra vez me golpeó y agregó - eres una pinche puta barata y tienes que hacer lo que yo te diga Al vibrador siguieron otros juguetes que ya no pude ver y tampoco me era indispensable, porque estaba disfrutando ser su puta, mi grado de excitación era tan grande que no me importaban las palabrotas ni los golpes, es más, creo recordar que hasta los llegué a disfrutar. Me quitó la tanga, me recostó boca arriba, colocando mis piernas en sus hombros y se acomodó para penetrarme. - Ahora sí, gata, es hora de meterte la verga... y no se te vaya a ocurrir terminar antes que yo - Como tú digas, amor - respondí - Amor, una chingada - rezongó acompañando sus palabras con par de nalgada - eres una puta y te trataré como tal - Si ese es tu deseo, bienvenido En un movimiento rápido y sin darme oportunidad a reaccionar, ató mis manos, me hizo levantarlas y las ató a la cabecera de la cama y después tomó su posición para penetrarme, mis piernas sobre sus hombros, viéndonos cara a cara, como a mí me gusta. Debo decir que en el resto de ...