CICLISMO CARRETERA - Relatos Eróticos

CICLISMO CARRETERA

Hacia ciclismo en el norte del país en una recta desértica, mi ajustado y brillante traje de ciclismo azul resaltaban mis redondas nalgas que se movían sensualmente al pedalear; un enorme camión de doble cabina se puso atrás mio sin adelantarme por casi un kilómetro, después de un buen rato me di cuenta que el chofer venía mirando mis nalgas, por eso no me adelantaba, así que decidí darle en el gusto: comencé a pedalear levantando mis nalgas y mostrándoselas. Me adelantó bastante, se bajó del camión y me esperó, me dijo: hola, que bonito te queda ese traje,me sonreí y le respondí:  ¿te gustaron mis nalgas? ¡¡¡Siii, deliciosas por eso venía mirándotelas!!!   le miré su bulto ya bastante notorio en su pequeño short, me dijo déjame llevarte este tramo que es más pesado, accedí, subió mi bicicleta a la parte de atrás de la cabina ,la aseguró con llave y me ayudó a subir empujándome por mis nalgas.ya en el camión acarició mis piernas, tocó mi bulto y lo mismo hice con él. en un lugar abierto se salió de la carretera,estacionó el camión lo aseguró con llave y me llevó hasta su cama en la parte trasera. Se sentó en la cama , me bajó el pantalón y comenzó a chupar con ganas mi parado pene,luego me dio vuelta puso mi pecho al borde de la cama y mis rodillas en el suelo, abrió mis nalgas y las besó, metió su lengua en mi ano tanto como pudo, yo gemía y me retorcía de placer. luego se puso el condón y vi su enorme pene en toda su ...

... erección, me asustó pero ya nada se podía hacer , estaba a su merced, puso la lubricada cabeza a la entrada y empujó ,un alarido ronco salió de mi garganta cuando la gran cabeza de su pene  se abrió camino, sentí que me destrozaba, se quedó muy quieto y comenzó a masturbarme con su mano, mi pene ardía y mojaba la toalla que él había puesto debajo de mi. en segundos pasé del dolor a una ardiente excitación,levanté mis nalgas,empuje con fuerzas , quería que me traspasara con su delicioso pene, él comenzó un mete y saca brutal me decía cosas muy calientes, yo me estremecía y empujaba hacia atrás  con mucha fuerza,me dijo: mijito rico voy a acabar, le dije yo también, y en un torbellino de fuertes movimientos y gemidos roncos, el camión parecía moverse con nosotros, de pronto dos gritos largos y profundos y un empuje a reventarnos acabamos al mismo tiempo largos chorros de semen ardiendo,el de el en su condón , el mio en la toalla que quedó buena para nada. nos limpiamos con toallitas húmedas desechables,el limpió mis nalgas con mucha dedicación, y yo su aún grueso pene. Abrió una cajita, sacó un hermoso llavero metálico y me dijo: toma, para que siempre me recuerdes.Nos bajamos y yo seguí mi camino y él me acompañó desde atrás hasta que doblé en la avenida Circunvalación y él siguió su camino y tocó su bocina despidiéndose. Yo miraba el reluciente llavero en el manubrio de mi bicicleta y pensaba cómo me había penetrado semejante pene.