UNA NOCHE DE LLUVIA - Relatos Eróticos

UNA NOCHE DE LLUVIA

Una comida con amigos duró más de lo normal,el último bus que debía llevarme a mi casa a más de cuarenta kilómetros había pasado hacía  media hora; en la calle no se veía un alma y para colmo se puso a llover muy fuerte. No sabía que hacer, en ese momento me acordé de Juan, un tipo elegante de 1,80 m de estatura, muy gordo, siempre me decía: ¡Hay Tom! esas ricas nalgas tuyas algún día serán mías, su departamento estaba a pocas cuadras, cuando llegué gritaba  ¡¡Lotería, me saqué la lotería!! mira como vienes mojado, me sacó la ropa, la centrifugó y la puso a secar mientras yo me daba una ducha caliente. salí del baño con una toalla a la cintura y él me esperaba en bata con una taza de leche caliente con aguardiente, mientras conversábamos él acariciaba mis piernas y mi pene, el departamento tenía una temperatura ta agradable que no se necesitaba ropa. Me llevó a su dormitorio, había una enorme cama llena de cojines y a un costado un gran espejo, se acostó de espaldas y yo me senté en su pecho y le puse el pene en la boca, lo  chupaba con ansiedad, sus ...

... manos recorrían mis nalgas, me dejé caer hacia atrás y su enorme pene rozaba mi espalda, tomó mis piernas con sus dos manos y las abrió todas formando una V, su lengua jugaba loca en mi ano, mi pene estaba mojado, giré la cabeza y en el espejo vi la escena real porno mas caliente que me hubiese imaginado, su cabeza metida en mis nalgas, mi pene muy parado, estaba a punto de acabar cuando uno de sus enormes dedos como un pene entró en mi ano dejándome sin aliento; él resoplaba de excitación y empujaba su mojado pene en mi espalda, de pronto nos encontramos moviéndonos y gimiendo sin control, su dedo entraba y salía de mi excitado ano deseoso de más, hasta que él se estremeció y acabó con todas sus fuerzas en mi espalda chorros de semen que parecían no terminar nunca, me puse rígido y con un grito de placer inmenso acabé adentro de su boca empujando mi pene hasta el fondo de su garganta. No se si fue el intenso y delicioso sexo o fue el aguardiente, pero me dormí profundamente. No se si Juan me metió su enorme pene, pero por el dolor de mi ano, yo creo que sí.