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MI AYUDANTE
Fecha: 24/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: TOM RADIOC, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Mi ayudante era un joven de veinte y tres años, bien parecido, alegre y trabajador, estábamos en el taller cuando recibo un llamado por radio que en una bodega del barco había una falla eléctrica, de inmediato nos pusimos los cascos, tomamos la caja de herramientas, la pequeña escalera plegable y bajamos al lugar, en el tablero cortamos el suministro eléctrico, y buscamos la falla,las potentes linternas de nuestros cascos iluminaban mucho mas que las luces del barco. Mi ayudante subido a la escalera dijo:aquí está,cuando le miré, me hizo recordar mi juventud: su pantalón lo había dejado caer a media nalga, siempre que podía dejaba a mi alcance su trasero muy cerca de mi, usaba pantalones que se notaran sus nalgas,tal como a su edad lo hacía yo, como yo hacía mucho que lo había notado, también lo rozaba con mi pene o mis manos y a él no le molestaba,pero siempre había alguien cerca, ahora estábamos solos, le dije: bien voy a revisar, espera ahí, me saqué el casco y subí a la escalera atrás de él, luego de revisar bajé muy lento tomándolo por la cintura y mi otra mano ...
... se deslizó por sus nalgas,suspiró y se quedó muy quieto, seguí bajando le subí la chaqueta y besé su espalda con mis dientes le bajé el pantalón y me comí sus nalgas, su ano, sus piernas, le ayudé a bajar, se afirmó muy doblado en la escalera dejando sus nalgas muy paradas y expuestas, me apoderé de ellas y les hice de todo con mis labios y mi lengua su piel suave y lampiña me tenían en éxtasis, el gemía de placer, luego llevé mi pene hasta el muy redondito y rosado ano sin ningún vello, lo que me tenía loco, y untando todo el líquido seminal que tenía en la punta de mi pene,lo dejé muy lubricado y se lo comencé a meter, para mi sorpresa la grande y redonda cabeza de mi pene entró con facilidad , y él dejó escapar un gran suspiro de placer y comenzó a mover sus nalgas tan rico que le tomé por la cintura y sin más comencé un mete y saca que me causó un placer inmenso, así entre gemidos y el sonido del CHUC -CHUC de mi pene entrando y saliendo de su ano acabamos entre gritos de placer muy largos. Nos limpiamos, llamé por radio al puente y les dije: "Problema solucionado".
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