MI VIDA EN EL SEXO GAY - 30 - Relatos Eróticos

MI VIDA EN EL SEXO GAY - 30

... tomé toda su leche, nos acabamos de bañar, regresamos al cuarto dónde nos vestimos, salimos del hotel y nos fuimos para la base.
   Al, otro día cuando nos vimos, nos saludamos como si nada hubiera pasado entre los dos, yo abia quedado contento como me abia cogido Edgar, que ala siguiente semana, salimos otra vez,al centro de la ciudad, al igual como la primera vez, primero nos pusimos a tomar unos tragos y de ahí nos fuimos para un hotel, que ni bien estuvimos dentro del cuarto del hotel, sin decir nada los dos nos sacamos la ropa hasta quedar desnudos, Edgar sé sentó en la cama, con su espalda pegada al respaldar de la cama y con sus piernas abiertas, yo sabía lo que tenía que hacer, así que me eche entre sus piernas, me metí su pinga a mi boca y empecé a chupar, que en segundos ya estaba al palo, de ahí me izo poner en cuatro, me chupó mi ano por varios minutos y me empezó a meter su pinga despacio hasta que estuvo toda adentro y al toque empezó a sacar y meter rápido, que al poco rato los ya estábamos gimiendo de placer, paso más de 10 minutos y Edgar se vasio dentro de mi, me saco su pinga y se echó boca arriba, yo me eche boca abajo a su costado, al rato Edgar me dijo, que rico que eres, me gusta tu cuerpo y más tus nalgas, que bueno que te gusten le contesté, cuántos de la otra unidad te han ...

... cogido, me dijo Edgar, te voy a ser sincero, varios pero también yo me e cogido a varios le contesté, entonces también te gusta meterlo me contestó, claro pues que éso no les han dicho los que se fueron le contesté, no solo que te gusta la pinga cuando estás en tragos me contestó, bueno ya dejemos la plática y vamos a seguir le contesté, ya pues tú mismo eres, has que se me pare otra vez me dijo Edgar, yo al toque me metí su pinga a mi boca y empecé a chupar hasta que quedó bien al palo, Edgar me puso con mis piernas en sus hombros y me metió toda su pinga de un solo empujón que me izo doler un poco y me quejé aaaauu aaaauu dueleee despacio le decía, ya está toda adentro me dijo y empezó a sacar y meter rápido, que igual al poco rato los dos empezamos a gemir de placer, está vez Edgar demoró más de 20 minutos en acabar que me dejó el ano ardiendo, después que nos bañamos y vestimos nos regresamos para la base.
   Igual, al otro día nos saludamos como sí nada hubiera pasado, así fue como empecé a tener sexo otra vez con chicos, como Edgar, no quería dejarse coger, durante dos meses, lo estuve haciendo con el, casi todas las semanas, hasta lo hacíamos en mi cuarto de la base, hasta que un día lo hice con otro soldado de la base que me gustaba.
   Pero, eso se los voy a contar en otro relato amigos.