1. El director


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... En esto sonó el timbre de la puerta, mire por la mirilla alucinando de que era él ¿Vendrá a pedirme sal? Sal le daría yo a otra cosa, dios mío estoy muy necesitada pensaba yo. Abrí la puerta – Hola de nuevo vecinita, la verdad es que venia a pedirte sal, pero esa era una excusa ya que como me has comentado que eres de fuera y no conoces a mucha gente por aquí quería saber si te interesaría que nos relacionáramos como amigos en vez de cómo vecino educados, por cierto mi nombre es Daniel. – El mío es Silvia y si estaría encantada de aquí un amigo que no tuviera nada que ver con el trabajo, por cierto pasa –me puedo fiar no, espero que además de director de pelis no seas un psicópata- él se echo a reír con una risa que hacia que se me cayeran las bragas. Estuvimos hablando de lo que me estaba costando adaptarme a todos los cambios sufrido, que echaba de menos a mi familia etc., hasta pasada la media noche, donde el se despidió invitándome al día siguiente a una cena en su casa, ya que al tampoco le gustaba estar solo, yo le conteste que aceptaba, pero que me tenia que contar un poco de su vida ya que yo le había contado toda la suya. El sonrió y me dio un beso en la frente – Como me hubiera gustado que hubiera sido en otro lado-. Al día siguiente por la noche yo estaba muy nerviosa, no sabia que ropa ponerme me parecía que todo me queda mal, estuve apunto de no subir, pero subí y no creo que me arrepienta. El me abrió la puerta me saludo y me dio un beso en la frente, cuando ...
    ... entre había una rubia de 1.90 con unos pechos enormes que se entreveían a través de su blusa, yo me sentí algo decepcionada ya que creí que íbamos a cenar los dos solos, creo que se me noto en la cara. Daniel me presento Judith Silvia, Silvia Judith, Judith ya se marchaba que esta noche le espera un largo rodaje, con Jean Paúl, Sonreí, ella se marcho, y el comento –Su nombre en Juana pero como no queda bien como nombre de actriz se lo ha cambiado. Reímos los dos –He pedido comida china, espero que te guste- Si me gusta, sobre todo sus ensaladas-, pasamos un par de horas hablando de su trabajo de cómo estaba cansado de esas chicas como Judith las cuales no tenían ninguna imperfección física –ya que si tenían alguna pasaban por quirófano- y que ya el no se excitaba dirigiendo películas, ya que cuando ruedas tantas te acabas cansando y que lo que mas le gustaba era poder charlar así con alguien como yo ahora. – Y yo pensando en echar un polvo, que desilusión- Sonó el timbre, era Judith que quería hablar con Daniel, así que como no esperaba mojar, me despedí y me fui a dormir a casa después de darme una ducha muy muy fría. Cuando estaba acostada con mi pijama de franela calentito, llamaron a la puerta, mire por la mirilla y era Daniel, abrí la puerta extrañada, y el me cojio en alto muy me pego un morreo impresionante, al terminar se disculpo, me dijo que con el pijama que llevaba puesto el atraía mucho y que el había notado –como para no darse cuenta- que el también me gustaba- Yo ...