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GUACHITO
Fecha: 29/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Hasta donde alcanza mi memoria me veo desde muy pequeño chupandole la polla a mi tio y siendo enculado por el. No sabria decir como empezo todo, ni siquiera la primera vez que me penetro; todo permanece confuso. Recuerdo momentos en los que me dolia cuando empezaba a encularme y a mi tio animandome a aguantar un poco mas, mostrandose satisfecho conmigo cuando lograba aguantar sin quejarme y felicitandome por realizar mi labor como un autentico campeon. Por otro lado recuerdo cuando por la noche se metia en mi cama y sin decir nada empujaba mi cabeza bajo las sabanas. Yo ya sabia lo que debia hacer. Me entregaba a mi tarea con ganas y no paraba de chuparsela hasta que se corria o me ponia de costado para penetrarme. Recuerdo que preferia tragarme su leche, aunque no me gustaba, a que me penetrara. Cuando tenia 9 años empece a ser conocido como el guachito. Me lo puso un hombre argentino que trabajaba en una especie de cooperativa agricola. Yo iba a ese lugar a buscar productos agricolas que se deschaban para las gallinas y conejos de mi abuela. En una ocasion me clave una astilla en las nalgas y ese hombre, del que nunca supe su nombre, me la saco; para ello me bajo los pantalones y se dio cuenta de que mi culo habia sido ...
... usado. Recuerdo que me dijo que tenia el anillito cedido. Me llevo a un almacen y empezo a interrogarme. Mi silencio y mi pasividad lo interpretó como un si. Cuando se saco la polla me impresiono. Aunque llevaba tiempo chupando la polla de mi tio y siendo enculado por el, nunca se la habia visto, siempre ocurria en la oscuridad de la noche. Se la chupé como habia aprendido y cuando me apoyo contra unos sacos aguante bien cuando me la metio. No se que me paso, no se si lo disfrute, pero me senti valorado cuando elogio mi capacidad de aguantar en silencio. Volvio a cogerme, como el decia, varias veces. Una de ellas cuando estabamos en el almacen llego otro trabajador y cuando le recrimino su tardanza para reincorporarse al trabajo, el argentino se excuso diciendo que se habia entretenido con el guachito y que seguia en el interior. En ese entonces no sabia que se referia a mi, pero pronto comprobe que el guachito se convertiria en el deslechador de cuanto trabajador quiso. Visto desde la distancia debo agradecer a mi tio que me abriera bien y me enseñara a aguantar sin rechistar, de otra forma hubiera sido mucho mas duro estar al servicio de aquellos hombres que lo unico que querian de mi era descargarse mas o menos rapidamente.
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