Maestro de música - Relatos Eróticos

Maestro de música

Hola, soy Ricardo, tengo 22 años y les voy a contar como me cojí a mis estudiantes de batería

Hace un par de meses me mudé con mi familia a un pueblo en medio de la nada, soy graduado de enfermería  pero en mis tiempos libres me dedico a la música, en fin, soy de estatura 1.70 y mi complexión es robusta sin llegar a estar gordo, moreno y de ojos cafés

Bueno, todo comenzó el mismo día que nos mudamos, como aún no conseguía trabajo en el pequeño pueblo decidí que me dedicaría a dar clases de música en lo que encontraba trabajo, baje mis instrumentos (congas bongos, cajones, timbales, bateria y una guitarra) y algunos de los pocos vecinos que teníamos salieron a recibirnos y entre ellos unos chicos que me preguntaron si tocaba, yo les respondí que si, la mayoria eran niños y adolescentes, todos entre los 12 y los 16 años aproximadamente, pero me quedé perplejo cuando unas chicas de 17 y 18 años me preguntaron si era músico o algo así, yo me quedé sin habla, las dos estaban buenísimas, la más pequeña era Edith, güera y de pelo negro, tenía una playera de tirantes que dejaba ver unos hermosos pechos bien desarrollados a pesar de no estar del todos maduros, no era muy alta pero tenía unas piernas bien torneadas que se dejaban ver por su short corto que traía puesto, luego estaba Anahí, una chica un año más grande, un poco más alta que la otra, morena, no tenia el busto tan grande pero lo compensaba con unas nalgas grandes y paraditas. Les respondí que si, que era músico y ...

... que daba clases, en ese momento los nervios me traicionaron y les pregunté si estaban interesadas en aprender, La morena me dijo que no, que solo le gustaba la música mientras que la menor, Edith me dijo que si, que le gustaría aprender a tocar bateria, le dije que lê cobraria $50 pesos la hora pero si me conseguían más estudiantes les podía dar un descuento o una clase a ambas, realmente estaba improvisando, estaba tan caliente que no sabía que decir, todo fue inventado en ese momento 

La menor lo dudo un poco y le dije que la primer clase era gratis, wow, realmente estaba regalando mi trabajo, obvio eso no lo diría en mi sano juicio o con un hombre pero yo ya quería cojermela, en fin, se despidieron y mientras se iban pude ver el culo de ambas, una con short y la otra con un mallón negro, Anahi, la mayor lo notó, quize hacerme el disimulado pero solo se rió y dijo que luego nos veríamos 

A decir verdad el pueblo en el que estábamos no era muy grande, más parecería una pequeña aldea o asentamiento ya que si bien estábamos cercas de la carretera y de otro gran pueblo, nosotros estábamos en otro territorio pro así decirlo, aquí la gente era muy sencilla y humilde, a decir verdad ya había venido muchas veces y la gente de por aquí era muy inocente, nunca pensé en aprovecharme pero me vino  por primera vez a la mente cuando ví este par de mujeres y sus cuerpos pidiendo por ser cogidas 

Después de unos días, ya habiendo terminado con la mudanza, me disponía a relajarme un ...