Dos en una noche de antro
Fecha: 05/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: proponimo, Fuente: CuentoRelatos
... falto el aliento y paso a morder mi oreja suavemente en respuesta yo besaba su cuello y apretaba sus tetas con mis manos, sus pezones ya estaba duros así que la hice levantarse frente a mí para que los pudiera lamer, ahora ella jugaba con mi cabello disfrutando de mis caricias ella me guiaba pidiendo que los chupara los mordiera, yo obedecía y me los comía completos y al mismo tiempo arrancaba su tanga para meterle los dedos en medio de las piernas, que con lo mojada que estaba entraban todos y chapoteaban. Fue en ese punto que de manera suave y sensual me dijo al oído que quería mi verga, que quería que la cogiera en ese momento yo no lo dude y saque mi verga del pantalón que ya estaba dura y gorda así que la tome del pelo y la obligue a bajar su cara para que me la mamara, ella lo entendió sin ningún problema y con su manita la tomo subiendo arriba y abajo antes de lamerla, como si fuera una niña que disfrutaba de su caramelo favorito, luego abrió la boca y se tragó mi verga todo lo que pudo y yo la obligaba a tragarla más, ella hacia el esfuerzo y con su manita también acariciaba mis bolas calentándome al máximo, volteo a mírame mientras tenía mi verga en su boca y sonriendo cuando empecé a sentir que me corría ella se apartó y con fingiendo la voz como una niña pequeña me dijo “quiero verga, me das?” Yo ya no podía más y la volteé al sofá abriendo todas sus piernas empecé a clavarle mi verga poco a poco por lo estrecha que era, ella gritaba y me decía lo rico que sentía ...
... tener una verga así de gorda, empecé a penetrarla siguiendo más el ritmo, pero no lograba acomodarme bien en el sofá así que decidí cargarla y ponerla con la espalda a la pared. No puedo explicar el placer que sentir como al cargarla y luego dejar que su peso la empujara para meter toda mi verga dentro de ella mientas gritaba de placer, la cargué un tiempo esperando a que se acostumbrara a mí y luego la empecé a embestir cada vez con más fuerza oyéndola gemir sin parar cada que mi verga se metía más en ella, no sé cuánto tiempo estuve así con ella pero no quería parar fueron sus grito ahogados diciéndome que se corría y su uñas clavándose en mi espalda así que aumente el ritmo hasta que la sentí relajarse después de al orgasmo fue esto lo que hace que casi me corra dentro de ella pero logre resistir la tentación y la volví a dejar en el sofá para correrme en su cara, quedo toda sucia de la cara y las tetas hasta se manchó el vestido, eso no le gusto pero quedo tan cansada que no quiso moverse del sillón y solo se limpió con mi pañuelo, después me abrazo hasta que se quedó dormida. Después de descansar un poco empecé a arreglarme para irme, pero oí un ruido a mi lado, Karla se había caído del sofá mientras dormía, eso me hizo sonreír y recordé que me había prometido que esa noche no me iría sin coger con ella, tome esa pose como una invitación. Me acerqué a ella y le di un par de nalgadas en ese culito redondo, ella estaba tan borracha que apenas y se quejó con un gemido que no ...