Las aventuras de mi mujer en la cama
Fecha: 06/12/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... a estudiar, nuevamente la seguí, me quede afuera del table dance un rato, cuando me di cuenta que salió con un hombre de la mano y la seguí cuando se dirigió a un hotel cercano. Ahí no me quedó duda de que estaba de puta y de que su amiga estaba en las mismas y que lo del estudio en las noches y solo en fines de semana era cuento. Después, durante dos o tres fines de semana me dediqué a seguirla, varias veces la vi salir a un hotel cercano con hombres, entrar a los privados varias veces incluso en dos ocasiones con mujeres; en otra ocasión vi como salía a la calle a buscar clientes y unos gringos le metieron la mano bajo la minifalda para jalarla del calzón por unos metros en plena avenida Revolución. Evidentemente todas las noches tomaba sus copas lo que –conociéndola- la ponía mas suelta para ser una puta como tal, se paseaba en tanga, tomaba con clientes que la manoseaban y se reía fácilmente. Debo reconocer que desde que la conocí sabia que estaba con una mujer putona, por ello finalmente no me quedo más que enfrentar ...
... la situación, reconoció que hacia tres meses se dedicaba a la prostitución y al baile en el tubo. No pude aguantarme y le pregunté que sentía, para enterarme que le gustaba estar con muchos hombres, que todos la habían hecho gozar de una u otra manera, que había follado con mujeres y que desde los dieciocho años era bisexual. Reconozco que me gustó que me contara como se la follaban, como la manoseaban en los privados, como les mamaba, que se sentía al estar con dos hombres a la vez y el dolor que sentía cuando se la pescaban por el culo, algo que –me contó- le había ocurrido varias veces. Es una emoción fuerte, fue difícil de aceptar y soportar. Después, acordamos cambiarnos de ciudad a fin de dejar ese ambiente que ya la había absorbido. En algunas ocasiones hemos regresado a Tijuana, para recordar mis emociones, vamos al Sans Souci ella vestida de puta, no mas que ahora su cliente soy yo, sigue siendo bisexual, por ello siempre me pide que le pague una mujer, al fin es su gusto y es mi confesión que me gusta que haga eso.