1. LA VISITA DE MI CUÑADA


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pasar a la recámara con el pretexto de que viera unas fotos viejas de una ocasión en la que estuvimos de vacaciones juntos con mis sobrinos, y que había colocado en la pared. Ya que las vimos y rememoramos ese tiempo, me dio ocasión de abrazarla por atrás, pasando mis manos por su vientre y atrayéndola hacia mi. Al ver que no rechazaba el abrazo, le sugerí darle un masaje, a lo cual ella accedió, no sin antes advertirme que no me quisiera pasar de vivo y que solo fuera el masaje, y recostándose en la cama, por lo que procedí a comenzar a masajear su espalda, aún vestida del todo, logrando con ello relajarla poco a poco, y llegó un momento en el que le sugerí que sería más cómodo sin su blusa, por lo que se la quitó junto con el sostén, para quedar con su espalda completamente desnuda a mi disposición. Proseguí con el masaje, pero aplicando una crema para que mis manos resbalaran mejor por toda su espalda. La visión de su cintura, cabello esparcido por la almohada y los pequeños gemiditos que le provocaba lo rico del masaje, me excitaron y terminaron con el poco profesionalismo con el que le estaba dando el masaje. Llegó el momento en que no pude soportar más y me acerqué para besar su espalda y cuello, a lo que ella respondió con un suspiro que me indicó que quería más, por lo que comencé a desizar mis manos por sus costados para acercarme a sus tetas, y ella al sentir la maniobra procedió a levantarse un poco apoyada en sus codos para darme franco acceso a sus senos, los ...
    ... cuales comencé a masajear en círculos para irla calentando un poco más, y pellizcando esos pezones que al tacto se pusieron duros como piedritas. Le di la vuelta en la cama para poner esas tetas a mi entera disposición y de inmediato me lancé sobre el seno más cercano, mientras con la otra mano seguía masajeando al otro, y comencé a alternar las chupadas y mordidas de pezón entre uno y otro, mientras una de mis manos comenzó a desabotonarle el pantalón y a meter una mano por debajo de él para sobar su vulva por encima de su ropa interior. Esto provocó que su temperatura se elevara un poco más, gimiendo ya presa de su lascivia que ya había sido despertada para ese punto. De sus senos fui bajando mi boca por su vientre, mientras simultáneamente con ambas manos iba deslizando su pantalón hacia abajo. Llegando a su sexo, aspiré su olor por arriba de su tanga, lo cual la puso ansiosa de que pasara a algo más, y haciendo a un lado su calzón, pasé la lengua por sobre sus labios sin introducirla. Sólo acariciando los labios. después de tres lengüetazos de ese modo, hundí la lengua en su deliciosa vagina, para sacarla llena de sus jugos, los cuales ya manaban en abundancia. A ella le encanta el modo en el que le hago el sexo oral. Me dice "te pegas bien rico", y cómo no iba a hacerlo con semejante manjar a la vista. Y pues le pegué una mamada de coño como ya se que le encantan: meter la lengua lo más profundo y sacarla llena de sus jugos y besarla para que saboree su propia miel. Lamer, ...