TRES PENES INOLVIDABLES (Segunda parte) - Relatos Eróticos

TRES PENES INOLVIDABLES (Segunda parte)

... exquisito. La polla morena crecía cada vez más. El joven macho cartagenero suspiraba de gozo, y en cada succión su pene parecía inflarse y crecer aún más... Dejé mi mamada unos segundos, tomé un sorbo de gaseosa, junté saliva ayudado por el trago, y la escupí sobre el pollón del joven. Jugaba con los hilos de baba... y la manoseaba toda, chupaba sus huevos, la volvía a llenar de saliva, que ahora se mezclaba con el líquido pre-seminal que salía en cantidad de la fisura de su glande. El machito se enloquecía de placer. Empecé a refregar su verga por todo mi cara, la lengua extendida, me la pasaba por las mejillas, la frente, la nariz... la olía, la escupía, la saboreaba, tragando lo que salía y que se confondía con mi saliva, un líquido siempre más viscoso, que no paraba de brotar de su glande. Seguí así fregandome su miembro por todo mi rostro. Qué contacto y qué aroma deliciosos !

Después me tomé un descanso. Me paré a observar su palo moreno, vigoroso, gordo, totalmente erecto. El joven sin ayudarse por las manos hacía que su polla se sacudiera de un lado a otro, revoleando hilos de baba y leche para todos lados. Qué chistoso ! Me acerqué otra vez a su pollón para atajar con mis labios un chorro que se desprendía de su enorme glande.

Para cambiar la travesía, le pedí que se parara. Me puse de rodillas en posición perrito y le pedí que pasara su mastil por todas mis nalgas, y por el surco que divide mi culo. Me dí cuenta que el joven se moría de ganas de penetrarme. ...

... Yo estaba muy caliente, demasiado, por lo que de manera casi involuntaria le pedí que hundiera su pija en mi culo, sin tomar en cuenta el tamaño inusual de su herramienta. El machito no se hizo rogar, y con tanta saliva y sin demasiado fuerza hizo entrar la cabeza de su pene en mi ano, a la perfección. Fue genial ! incluso se escuchó un ruidito que me excitó muchísimo. Pero ahora el morenito decidió imponerse. Quería hacer penetrar su tronco en mi culo, en totalidad ! Y el cabrón lo intentó ! De inmediato el dolor se hizo insoportable, y pedí que sacara por favor su enorme pedazo. Afortunadamente, y como un verdadero profesional, lo hizo. Le pedí que mejor lo entre y lo saque varias veces... y no más que la cabezota... Sin acabar dentro de mí. Él volvió a hacerme caso : volaba con cada metida, yo sentía su glande deslizarse y resbalar en mi ojete. A un momento puso su verga en mi raja, de modo que sus bolas golpearan contra mi agujerito, ayudandose de sus manos que abrían mis nalgas para poder realizar a la perfección ese nuevo juego.

Ya más en confianza, el morenito me pidió de mirar otra vez su pollón.
- "Te gusta la verga, verdad ?... Y te gusta el sabor de las vergas negras, verdad ?..."
- "Claro... me encantan las vergas oscuras... Es la primera que chupo, pero tienen un sabor maravilloso. La tuya es un pene perfecto, largo, bien duro y con un aroma a macho increible !"
Seguía mirando su pene : se veía en todo su esplendor, así como sus huevos, dos testículos gordos ...