Historia familiar - Relatos Eróticos

Historia familiar

... rumanos que trabajaban con nosotros. Las dos tenian 14 años y se reian de lo que veian. Yo me enfade mucho, pero no quise decirles nada porque los hombres se hubieran dado cuenta de mi presencia, asi que me dedique a observar toda la escena. Las chicas se reian y señalaban hacia los tios, sobre todo cuando aparecia alguno que cargaba buena polla. A mi no me disgustaba que fueran juntas, porque aunque era consciente de que su amiga tenia poco control en su casa, seria muy raro que dentro de la finca les ocurriera algo. Les habia visto hablar con los dos chicos jóvenes que me gustaban a mi, pero eran muy niñas para ellos y no tenia miedo a que les ocurriera nada. Unos dias después, y tras mi sesion diaria de ducha, me fui a dar un paseo por la finca. Pasaba por una zona de establos, cuando unos ruidos llamaron mi atención. Me acerque despacio y mire por la puerta de uno de los establos. Lo que vi me dejo helada, ya que se encontraban alli al menos veinte hombres, incluido mi morito y mi marido. Estaban bastante callados, aunque se oian resoplidos de varios tios. Entonces vi lo que ocurria. En un par de camastros,, dos tias eran folladas por ambos tios, mientras los demas esperaban su turno. Cuando el que estaba follando se corria y la sacaba, el siguiente se pajeaba y se la metia a la tia sin mas contemplaciones. Los tios fumaban y bebian mientras esperaban. Me quede atonita cuando vi que mi marido y un capataz nuestro se sacaban las pollas y se empezaban a preparar. Yo estaba ...

... helada viendo como mi marido montaba a una puta y con que furia lo hacia, mientras que a mi me follaba de pascuas a ramos. Me propuse vengarme en ese mismo momento..... Como los tios ya se preparaban para marcharse, decidi irme para evitar ser vista, por lo que se continue con mi paseo. Pase por la zona de las caravanas y vi que estaba vacia. Debian estar todos en un pequeño bar, tomando un café. De una de las caravanas salian voces, y reconoci enseguida la de mi hija. Me acerque despacio y comprobe que se encontraban dentro mi hija, su amiga gitana, el rumano jovencito y otro rumano mayor, como de 40 años. Hablaban muy mal castellano, pero entendia lo que decian. Me situe detrás de la caravana, viéndoles a traves de una pequeña claraboya a nivel de suelo. Los cuatro estaban sentados. Estaban jugando a las cartas, en un juego en donde el que perdia tenia que quitarse una prenda o hacer una accion. El hombre estaba bastante bien, habia sido militar en la guerra y físicamente estaba muy bien, aunque me habian dicho que era muy raro. Se habia quitado la camisa, al igual que el rumano joven. Mi hija se habia quitado un zapato. El chico perdio varias manos seguidas, quedándose en calzoncillos. Mi hija y su amiga se reian, pero el chico les dijo que si jugaban era hasta las ultimas consecuencias. El hombre dijo que eso por supuesto, que si todos se veian todo seria como un secreto que no contarian a nadie, y que ademas el ya se lo habia visto a la amiga. Mi hija se rio, asi que yo ...