Don Alfredo 4 - Relatos Eróticos

Don Alfredo 4

... conté a mi padre todo lo que supuestamente habíamos hecho con Don Alfredo y sus hermanas ese fin de semana, de lo bien que le había pasado de lo mucho que había comido y de todo lo que había caminado. Cuando me fui a la cama no me podía dormir pensando en el fin de semana que había pasado. No sé qué hora era, cuando le dedique una paja a Don Alfredo. Después de ahí en sueño me venció. La semana fue transcurriendo normal rutinaria y aburrida como siempre. Le dedique una infinidad de pajas a ese viejo degenerado que me había desvirgado ese fin de semana.quería volver el tiempo atrás para volver a coger con Don Alfredo. Para volver a besar y sentir su perfume, para volver a sentir en mi boca y en todo mi cuerpo su terrible herramienta.pero no sé cuánto tiempo pasaría para volver a ver a Don Alfredo. Esa semana pensé que tal vez tendría que empezar a " jugar" con mi amigo René. Finalmente llegó el viernes en la tarde, en toda la semana no había visto a René. Pues tampoco había trabajado en el campo. Cuando termine los deberes del colegio, mi madre me encomendó unas tareas en el campo. Ahí lo vi a René, ya cruzamos varias miradas de algunas qué otras risas, pero nunca estuvimos lo suficientemente sólo como para hacer algo. Lo notaba muy ansioso. El sábado trabajamos todo el día pero nunca tuvimos ni tiempo ni espacio para estar lo suficientemente solos como para tratar de jugar. No me había olvidado de Don Alfredo, pero mis hormonas me tenían lo suficientemente caliente como para ...

... tratar de inventar algo con René. Después de almorzar el domingo muchos de los peones se iban del campo a pasear a la ciudad. En mi casa se iban todos a dormir la siesta. Entonces me jugué la cartita de salir a ver qué pasaba, si por las dudas podía encontrar a René y estar a solas un rato con él. Agarré mi gomera y le dije a mi mamá que iba a cazar pajaritos. Que seas como el resto de mi familia se fueron a dormir. Yo veía que muchos de los peones en fila van por el costado del campo rumbo a la ciudad. Pero a René no lo veía, no sabía cuál era su ubicación, si ya se había ido o permanecía en la casa. Casi la ansiedad me hace meter la pata!! Estaba por llegar a la casa y preguntarle a alguno de los muchachos y habían visto a René, pero esto iba a llamarles la atención, menos mal que a unos 30 metros de llegar a la casa, dijo a René que salía del vestuario, recién bañado. Entonces hice como que no lo había visto y me dirigí a otra parte del campo. Seguro de que me había visto caminé sin mirar atrás. Cuando estaba llegando a las barracas de tomate, sentí los pasos presurosos y su respiración agitada. Cuando lo sube encima, su ansiedad pudo más y me perdió su mano derecha en mi orto. Yo me hice el sorprendido, asustado y enojado a la vez. Diciéndole, casi dejando esbozar una sonrisa, qué haces!!??  el haciendo como si nada y con muchos gestos de ansiedad y desesperación me dijo vos!! Qué haces por acá??? Salí a cazar pajaritos. Estaba claro que René también tenía muchas ganas de ...