El mejor amigo de mi hermano
Fecha: 11/10/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Selulana, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... cajón. Lo cogí y se lo pasé a Guille para que se limpiara.
- Gracias. – se quedó mirando el escritorio y dijo: - Chico listo, jajaja. ¿Estás bien? Lo has hecho de maravilla.
- No sé si tomármelo como un cumplido, jajaja. – le respondí.
- Bueno, tómatelo como quieras. Ahora te toca a ti disfrutar. Túmbate.
Le sonreí y me tumbé bocarriba donde él había estado hace unos segundos antes. Estaba muy excitado por lo que se avecinaba, por lo que mi pene estaba a reventar y algo húmedo. Guille lo tomó de nuevo con su mano y comenzó a masturbarme. Yo eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos para concentrarme en aquel gusto que me estaba dando el amigo de mi hermano. De repente, Guille paró y quitó su mano de mi pene. Abrí los ojos y pude ver cómo Guille levantaba una de mis piernas y pasaba por debajo de ella, para situarse entre mis piernas, ahora abiertas.
- Cierra los ojos y disfruta. – me dijo a la vez que me guiñaba un ojo.
Le hice caso y cerré de nuevo los ojos. Justo después, sentí cómo tomaba mi pene con su mano y cómo una sensación húmeda recorría cada parte de este. Sentí cómo Guille con su lengua recorría cada parte de mi tronco y cómo me hacía ver las estrellas cuando la enroscó en mi glande. De mi boca salían gemidos ahogados, y es que Guille me estaba haciendo una mamada excepcional. Comenzó a devorar mi falo con fiereza, tragándoselo casi al completo. Aquello era demasiado para mí, estaba a punto de correrme de nuevo cuando ...
... Guille se la sacó de la boca y comenzó a lamer mis huevos. Aquello me estaba volviendo loco. Quería correrme cuanto antes, pero Guille continuó lamiendo mis huevos y siguió bajando hasta mi perineo. Me levantó ambas piernas y siguió bajando.
- Guille… ¿qué haces? – pregunté asustado.
- No te preocupes, tú confía en mí, ¿vale? Esto te va a encantar. – me dijo en un tono tranquilizador.
No respondí y me llevé las manos a la cara. Sabía lo que se avecinaba y no estaba muy seguro de si quería que pasase. Guille volvió a agachar la cabeza y a continuar trazando círculos con su lengua, hasta que llegó a mi ano. Poco a poco, fue introduciendo su lengua en mi interior, haciendo que un placer totalmente diferente me recorriese el cuerpo. Guille comenzó a trazar círculos en mi ano y a meter y sacar su lengua de aquel agujero. La sensación era indescriptible y de mi boca salían pequeños gemidos, que daban coba a Guille para que siguiera haciendo lo que quisiese conmigo. De repente, noté cómo algo duro (su dedo corazón) comenzó a entrar dentro de mí y una nota de dolor se escapó de mis labios.
- Shh, tranquilo, campeón. Ya verás cómo te va a gustar, confía en mí. – repitió Guille.
Yo estampé de nuevo mi cabeza contra la almohada, sintiendo cómo ese dedo se abría paso en mi interior, en una mezcla de dolor y placer, hasta que este estuvo completamente dentro. Guille se echó de nuevo mi pene a la boca, que estaba perdiendo fuerza con aquel estímulo nuevo. ...